Mirian Pérez y Javier de Miguel ya son marido y mujer. La pareja se dio el 'sí, quiero' en Las Palmas de Gran Canaria, tierra natal de la modelo en una cermonia íntima a la que apenas acudieron 40 invitados entre los que, además, de sus familiares más cercanos y sus íntimos amigos no faltó Bambi, la perrita de Mirian.
Tal y como adelantó Javier en su blog de HOLA.com su enlace lo han celebrado "junto a un campo de golf, con una piscina en el centro" y al aire libre, que era uno de sus deseos donde tuvo lugar la celebración y la cena posterior. Para el día más importante de su vida Javier llevó dos trajes: uno de color crema, blanco roto con "un rollo muy Gran Gatsby", en sus palabras y, el otro, de corte clásico en azul celeste, ambos los llevó sin corbata.
Gracias al Instagram Stories de Mirian hemos podido compartir con los novios y sus invitados uno de los momentos más románticos de la velada: su baile nupcial en el que al son de la mítica canción de la década de los años 80, Forever young, bailaron de lo más acaramelados, muy abrazados, en un momento de muchísima complicidad y amor. Junto al vídeo puso un texto que habla por sí solo: "La felicidad es esto. Felicidad plena". También la bloguera quiso compartir en su Stories una imagen en la que se ve un primer plano de ella junto a su fiel compañera, su perrita, dejando constancia de la importancia de su mascota en uno de los momentos más especiales de su vida.
Este sábado, después de su gran boda, Mirian y Javier tienen preparada una sorpresa para sus invitados. Les llevarán a pasar el día a alta mar."Hemos alquilado un catamarán y vamos a pasar el día haciendo actividades acuáticas, comiendo papas con mojo y bebiendo mojitos mientras surcamos el océano Atlántico. Tenemos hasta un dron para el vídeo. Planazo", contaba en su blog de HOLA.com el modelo, una manera muy divertida de pasar su primer día de casados.
Los recién casados se conocieron en 2008 en una fiesta y han coincidido en numerosas ocasiones trabajando juntos en varios proyectos, ahora, nueve años después de ese momento mágico han decidido dar un paso más allá en su relación. Fue en la boda de Clara Alonso donde, de manera improvisada, Javier hincó la rodilla en el suelo y le pidió matrimonio a su novia: "Hace media hora, no lo tenía previsto ni yo", comenzaba su discurso en el que mezclaba el castellano con el inglés (idioma de muchos de los invitados) "por eso no tengo anillo ni nada, pero no quiero que la gente no deje de escuchar el amor que quiero compartir contigo. Miri, ¿quieres casarte conmigo?".