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Carlos Falcó y Esther Doña celebraron su amor el pasado 22 de septiembre en el Palacio El Rincón rodeados de 150 invitados, entre los que se encontraban los dos hijos del marqués de Griñón, Duarte y Aldara Falcó, fruto de su matrimonio con Fátima de la Cierva.
Tal y como ha podido saber HOLA.com, los jovenes de 22 y 20 años asistieron con amigos y se sentaron en la mesa presidencial. A esta especial celebración también se unió Álvaro Falcó Chávarri, de 33 años, único descendiente del marqués de Cubas, Fernando Falcó- hermano de Carlos Falcó-, y Marta Chávarri.
Otros de los invitados que acudieron a la imponente construcción del siglo XIX, fueron Fiona Ferrer, Mónica Martín Luque, el cantante Juan Peña, Mar Flores, Emiliano Suárez y Carola Baleztena, Javier Merino y Marina Castaño, entre otros.
No pudimos ver en el enlace a Tamara Falcó, que confesaba sentirse conforme con esta nueva etapa que emprende su padre, declarando que lo que quiere es que él sea feliz. De la que ya es la flamante esposa de Carlos Falcó, la hija de Isabel Preysler reconoció en mayo de 2017, cuando se supo que el Marqués de Griñón y Esther Doña se habían hecho pareja de hecho, que se llevaba muy bien con ella: "me manda mensajes", afirmó Tamara en aquella ocasión y afirmó que "lo que conozco de ella, muy bien" y añadió que es una persona que "ha captado muy bien a mi padre". Tampoco a los hijos de su primer matrimonio con Jeannine Girod, Manolo y Xandra.
El padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz, fue el encargado de darles la bendición… por cuarta vez desde que están juntos. La música en directo amenizó la fiesta, con las actuaciones de Pitingo, gran amigo de los Marqueses de Griñón. Además de él, Pilar Jurado y otros grupos musicales inundaron con su música y su voz los jardines de El Rincón.
Tal y como publicó la revista ¡HOLA!, Carlos Falcó y Esther Doña se convirtieron en marido y mujer en un enlace tan sencillo e íntimo que sus seres queridos ni siquiera lo supieron hasta después de la ceremonia. Decidieron que ese momento fuera solo para ellos, pero quedaba una celebración pendiente, una gran fiesta de boda en la que pudieran compartir con los suyos la felicidad por su matrimonio y brindar por su 'sí, quiero'. Sin duda, será una fecha que jamás olvidarán.
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