Si hay una característica que ha dominado en las colecciones de vestidos de novia para el 2017 es la profusión de encajes, transparencias, volúmenes y pedrería, detalles que contribuyen, sin duda alguna, a convertir el vestido de novia en una creación exclusiva que será el centro de todas las miradas de los invitados a tu boda.
Encajes
Aquellas novias que siempre han soñado con un vestido romántico para el día de su boda están de suerte. Un vestido con encajes ofrece numerosas opciones para convertir el diseño en un auténtico sueño. Los hay de distintos tipos, estilos y formas: el delicado chantilly, que suele incluir motivos florales, el encaje veneciano, que sorprende con los más variados motivos y formas, como pueden ser geométricos, florales, ibicencos...
Se pueden lucir solos o combinados con pedrería, cuentas, lentejuelas y brillantes. En este caso, el guipur es ideal por ser un poquito más grueso que los anteriores.
Su versatilidad hace que se adapte a todos los estilos: clásico, romántico o boho chic, entre otros. Además, el encaje es perfecto para cualquier tipo de novia, con independencia de su estatura, ya que consigue realzar las curvas femeninas debido al volumen que genera.
Otra de las características que posee es que se puede combinar con otros tejidos como tul, gasa, raso o satén, o bien aplicarlo en accesorios como cinturones, lazos, e incluso, tops. Es más, introducido en el velo dará lugar a un diseño digno de una boda de ensueño.
Los detalles son los que marcan la diferencia, convirtiendo un vestido sencillo en una pieza única. Por eso, no podemos dejar atrás aquellos que aportan valor añadido, y que te detallamos a continuación: volúmenes, transparencias o pedrería.
Transparencias
Los vestidos de novia que incluyen transparencias han sido los grandes triunfadores de las colecciones presentadas durante este año. Solo hay echar un vistazo a los modelos propuestos por la firma española Pronovias para corroborarlo.
Proporcionan un encanto sutil y sensual que consigue que destaquen a la perfección los pequeños detalles que componen el modelo. En la espalda, en el escote, en las mangas, e incluso, combinadas con encajes, bordados, guipures... Todas estas combinaciones provocan que este ‘efecto segunda piel’ llame la atención por su originalidad y elegancia.
Volúmenes
Es una tendencia que ha aportado frescura a las pasarelas nupciales y ha conseguido sorprender por aportar un matiz diferente a las estructuras clásicas y tradicionales en la confección de vestidos de novia. Sobre todo volúmenes completamente imprevisibles e inesperados en pecho, cuello o cintura.
El efecto péplum triunfa por completo. También las grandes lazadas que, además de volumen, aportan movimiento. Gran parte de la nueva colección de Rosa Clará apuesta por este detalle innovador.
Pedrería
Un clásico que no puede faltar, puesto que es un elemento perfecto que aporta luz, elegancia, sofisticación, lujo y glamour a los diseños. En este sentido, observamos como en este 2017 varios de los modelos destacados de la línea nupcial de las principales firmas incorporan el efecto glitter como novedad.
Se puede aplicar en cualquier zona: espalda, hombros, mangas, puños, escote, cintura y también, incluido sobre una gran variedad de tejidos. La pedrería puede ser de muchos y variados tipos: desde perlas hasta cristales. Sin embargo, lo verdaderamente importante es que estos materiales, que forman parte de pequeños detalles, convierten el vestido en una pieza única y muy especial para la novia.