Apenas quedan dos semanas para su boda y, aunque seguro que está en medio de una vorágine de preparativos, Pippa Middleton ha hecho un alto para aportar su granito de arena a una cita solidaria. Acompañada de su prometido, James Matthews, la futura novia estaba radiante con un vestido en tono azul de Erdem, una de las firmas preferidas por ella y también por su hermana Catherine. El pelo suelto y un maquillaje natural completaban un look perfecto y es que, ya se sabe que la cara es el espejo del alma, su sonrisa es el mejor complemento y una muestra de su felicidad.
La pareja asistió al ParaSnowBall en el Hurlingham Club, que celebra los logros de los deportistas y las oportunidades que se ofrecen a aquellos que sufren algún tipo de discapacidad. Sin duda una excelente causa de la que Pippa es patrocinadora, fue en calidad de ello como asistió a la velada.
Esta podría ser la última aparición pública de la pareja antes de su boda para la que apenas quedan dos semanas, es el próximo sábado 20 de mayo. Uno de los secretos mejor guardados del enlace, como no podía ser menos, es el vestido que lucirá la novia. Las especulaciones no han cesado y se centran en Giles Deacon después de haberle visto en casa de la hermana de la Duquesa de Cambridge.
Durante la ceremonia, que se celebrará en la iglesia de San Marcos en Englefield, Berkshire a unos kilómetros del pueblo de Bucklebury, donde crecieron Pippa y sus hermanos, los hijos de la Duquesa de Cambridge tendrán un papel destacado: Charlotte será damita de honor y George, paje. Tras el enlace, habrá una recepción en la casa familiar de los Middleton, cuyos jardines son el escenario perfecto para una boda romántica y de ensueño.