Bucklebury, el pueblo que los Middleton han puesto en el mapa
Esta tranquila localidad, que estalló de alegría cuando su vecina más ilustre se casó con el príncipe Guillermo, vuelve a estar de actualidad al ser el escenario de la próxima boda de Pippa
Se acerca el gran día. El próximo 20 de mayo todos los ojos estarán puestos en el condado británico de Berkshire, donde Pippa Middleton y James Matthews pronunciarán el 'sí, quiero'. La hermana de la Duquesa de Cambridge se ha encargado personalmente de todos los detalles de la ceremonia, que tendrá lugar en la Iglesia de San Marcos en Englefield, Berkshire, a sólo unos pocos kilómetros del pueblo de Bucklebury, en el que creció Pippa junto a sus hermanos.
"Es una chica tradicional y quería casarse cerca de casa. Tanto ella como James saben que su boda despierta gran interés, pero quieren que sea lo más privada posible", declaró una fuente cercana a la pareja a la revista HELLO!. De ahí que se decantara por esta pequeña iglesia del siglo XII, situada dentro de la propiedad privada de Richard Benyon, amigo de la familia Middleton y uno de los miembros más ricos de la cámara de los comunes.
Pippa desea casarse en la más estricta intimidad y con la mayor seguridad posible, porque no será una boda real pero casi, ya que los Duques de Cambridge, herederos al trono británico, figuran entre los invitados y sus hijos, los príncipes George y Charlotte, tendrán un papel muy importante: ejercerán como paje y dama de honor en el esperado enlace.
Una vez convertidos en marido y mujer, los recién casados y sus invitados recorrerán los siete kilómetros que separán la iglesia de San Marcos de la residencia que los padres de Pippa poseen en Bucklebury para celebrar su matrimonio. Se trata de una mansión de estilo georgiano de siete habitaciones, 18 acres de jardín, piscina pista de tenis y hasta una nueva construcción anexa para albergar al personal de seguridad.
Sin embargo, esta no es la casa en la que se criaron los tres hijos de los Middleton. El primer hogar de la famila contaba con cuatro habitaciones y estaba ubicado en la localidad de Bradfield, perteneciente también al condado británico de Berkshire. Durante los años que vivieron allí (1979-1995), los padres de la Duquesa de Cambridge añadieron una extensión a la planta baja e iniciaron su empresa, desde un cobertizo instalado en el jardín.
Cuando la esposa del príncipe Guillermo era adolescente, la familia se mudó a una residencia victoriana de ladrillo rojo de cinco dormitorios en Bucklebury, y reubicó su negocio. Aquí vivieron hasta que en 2012, un año después de la boda de Kate, se trasladaron -por 4.7 millones de dólares- a la mansión en la que ahora se celebrará la fiesta por el enlace de Pippa.
El enlace de Pippa pondrá de nuevo en el mapa a Bucklebury, una tranquila localidad que estalló de alegría cuando su vecina más ilustre, la Duquesa de Cambridge, se casó con el príncipe Guillermo. A la boda asistieron numerosos invitados, entre ellos, el cartero, el carnicero y el dueño del pub del pueblo, John Haley, el mismo que celebró el nacimiento del primer hijo del matrimonio. "Es increíble. Vamos a celebrarlo, es estupendo que Kate y su hijo estén bien", reveló a la revista HELLO!, mientras brindaba en su local con champán.