Te casas en unos pocos meses y tu lista de propósitos de Año Nuevo incluye un montón de cosas en las que ponerte al día, incluido el asumir el modo zen incluso durante la organización del sitting, o el recordar que éste es tu año y que lo que cuenta es disfrutar cada segundo, sin dejar que la organización de la boda se convierta en una tarea insostenible. Compartir tareas en pareja, pasar más horas desconectada del teléfono y sí, apuntarse al gimnasio. Te proponemos ocho propósitos para 2017 si tú también eres una bride-to-be.
1. La relación va antes que nada, no vas a casarte con un centro de mesa
A veces los preparativos de la boda son tan intensos que perdemos perspectiva del motivo por el que nos vamos a casar. Un centro de mesa bonito quedará fenomenal en Instagram y el álbum de fotos, pero, al final del día, no merece la pena ni discutir por él, ni crear más estrés financiero del estrictamente necesario. Imprescindibles dos cosas para superar esta etapa sin que afecte a la pareja: 1. aprender a delegar y repartir tareas relacionadas con el día B, y 2. durante este tiempo, organizar citas a dos que sean wedding-freeen las que no hablar de la boda bajo ningún concepto.
2. La letra pequeña es la que más cuenta
Ahí es donde se encuentran muchos de los gastos escondidos de las bodas: los contratos con los proveedores hay que leerlos varias veces, y nunca obviar la letra pequeña. Si tienes dudas, pregunta.
3. 2017 es el año para no darse de baja en el gym al tercer mes
El mes de enero es en el que más altas se producen en los gimnasios, una mezcla entre el remordimiento de todo lo que hemos comido durante las Navidades, y los propósitos para el año que empieza. Una tabula rasa, el borrón y cuenta nueva fitness que nos planteamos muchos. Los resultados, sin embargo, a veces no empiezan a apreciarse hasta varias semanas después de la marca en que tiramos la toalla: tienes que esperar entre ocho y doce semanas para comenzar a ver cambios importantes, y a veces cuesta aguantar todo ese tiempo sin frustrarse. A pesar de todo, el deporte no sólo te va a ayudar a verte mejor sino también a liberar un montón de estrés preboda; intenta sobrepasar el umbral de los primeros tres meses en el gym y verás como de repente deja de ser una obligación para convertirse en uno de tus momentos favoritos de la semana.
4. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy
Es un decir que no hay que tomarse a rajatabla, pero casi. La fecha de la boda, una vez elegida y pagada la señal, no puede atrasarse ni adelantarse. Cuantas más cosas dejes para el último momento, más se te acumulará el trabajo en la recta final sin que tengas opción a dejarlo para más tarde.
5. 'Let it go'
Sí, es la famosa canción que canta la princesa Elsa en 'Frozen', pero también un leit motiv que te puedes aplicar de aquí al día que te cases. En algún momento algo se torcerá, seguro; imprevistos, proveedores que se caen, arreglos que no quedan como en Pinterest, DIY que es más difícil de lo que pensabas... Déjalo estar. Son detalles pequeños de los que no se va a dar cuenta nadie, y no merece la pena llevarse el sofoco por algo que sólo vas a notar tú.
6. Planifica horas libres de smarpthone
2017 es un año estupendo para vivir una vida un poco más desconectada, especialmente si estás planeando una boda y llega un momento en el que el teléfono parece que se ha convertido en una extensión de tu brazo. Si éste es tu caso, haz un esfuerzo y planifica varias horas al día libres de móvil. Consultar apps de boda tampoco vale.
7. No anuncies cada detalle de la boda en Facebook
Por mucho que te cueste no gritar a los cuatro vientos, hoy conocidos como Facebook, Twitter, Instagram y Snapchat, que por fin has encontrado al wedding planner con el que llevas soñando desde hace meses, lo mejor es intentar evitar este tipo de anuncios en redes sociales. Por varios motivos: el primero, por los invitados, que seguro prefieren vivir la boda como una sorpresa sin saber qué les espera. El segundo, por los no-invitados, todas aquellas personas que tienes en tus redes sociales y que, por un motivo u otro, se han quedado fuera del guestlist. Si tienes que dar detalles de la organización, lo mejor es hacerlo en la web de la boda.
8. Di adiós para siempre al sentimiento de culpa
Si tienes que dejar a un invitado de compromiso fuera de la lista, si al final decides no invitar a los hijos pequeños de tus amigos, si una prima lejana quiere ser dama de honor y al final no ha podido ser... Evitar este tipo de tensiones requiere un poquito de diplomacia pero, pase lo que pase, lo más importante es que no te sientas culpable. En todas las bodas se dan situaciones así y al final es decisión tuya con quién quieres compartir este día. ¡Feliz año B!