Si te casas en 2017 es probable que ya tengas un calendario con la cuenta atrás de todo lo que tienes que planificar mes a mes. O al menos las partidas más grandes, los tiempos de confección del vestido y las citas con la wedding planner. A pesar de todo, existe una pequeña, gran lista de cosas que se nos pueden pasar por alto (no todas a la vez, pero seguro que alguna sí), que no sólo generan estrés añadido a los preparativos last minute sino que además pueden llegar a sobrecargar el presupuesto. ¿Sabes cuáles son?
1. Reservar un juego de invitaciones para el fotógrafo. No para invitarle, claro, sino para que pueda sacarles fotos y las tengáis guardadas en el álbum. Podéis aprovechar la sesión preboda para hacerlas, o reservar un huequito en el día B aprovechando que ya estará impresa el resto de papelería de la boda.
2. Cerciorarse de las alergias alimentarias de los invitados. Así como si hay alguno que sea vegetariano o vegano y requiera de alguna modificación en el menú. Una vez tengas cerrado el catering, pide una lista de alérgenos y asegúrate de que todo el mundo puede comer de todo, o tiene una alternativa disponible.
3. Crear una web de boda antes de mandar las invitaciones. Y, si vas a enviar save-the dates antes incluso que las invitaciones, procurar que la web ya esté lista y contenga la información básica.
4. Pedir fecha para renovar el pasaporte. Si te vas de luna de miel inmediatamente después del 'sí quiero' no te olvides de echarle un vistazo al pasaporte para ver si tienes que renovarlo, o si necesitas solicitar alguna visa. Dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que vivas, la renovación del pasaporte puede llevarte varios meses de lista de espera.
5. Asignar a una persona que ayude al fotógrafo. Los fotógrafos profesionales con muchas bodas a sus espaldas saben intuitivamente quién es importante para los novios y no se les suele escapar ni un detalle. Aún así, siempre es recomendable tener a una persona de confianza a quién puedan preguntar in extremis quiénes son amigos de quién, y qué invitados tienen que aparecer sí o sí en las fotos.
6. Decidir qué hacer con lo que sobra una vez se apaguen las luces. Por ejemplo la decoración. O el sobrante de la tarta de bodas. Habla con el espacio o catering para decidir qué hacer una vez se apaguen las luces, para no tener que tomar decisiones el mismo día de la boda.
7. Acordarte de que la papelería de la boda no son sólo las invitaciones. Un error de presupuesto frecuente es destinar todo el dinero de esta partida a la papelería, especialemente si queremos unas invitaciones de diseño con mucho gramaje. No te olvides que también tendrás que imprimir meseros, sitting, indicaciones, save-the-date...
8. ... y tener en cuenta el peso a la hora de echarlas al buzón. Las invitaciones con papel de alto gramaje son preciosas y elegantes, pero cuestan muchísimo más a la hora de llevarlas a Correos y es posible que acabes pagando un plus de envío con el que no contabas. Lo mismo si son invitaciones especiales, que van en una cajita o llevan algún adorno. No olvides reservar una fracción de esta partida a los envíos.
9. Comprobar a qué hora es el check-in y el check-out del hotel. Fundamental si tienes pensado prepararte para la boda en un hotel es cerciorarte cuáles son las horas de entrada y salida. Es posible que tengas que reservar una noche extra si no quieres ir con el tiempo pegado la mañana de la boda, o quieres dormir hasta tarde el día después.
10. Reservar parte del presupuesto del vestido a las modificaciones. Y a la lencería y al velo. Si tienes una cantidad X para gastarte en el vestido, no te la gastes íntegramente en el vestido. Aunque sea un vestido precioso: casi todos los diseños, especialmente los de 'raíl' requieren de modificaciones en el tallaje o si quieres quitar o añadir algún detalle. Antes de gastarte todo el dinero de esta partida en el vestido de tus sueños, consulta la lista completa de extras. Y no te olvides de que la lencería y el velo van aparte.
11. Tener en mente un minidress blanco. Para cualquier celebración relacionada con la boda que tengas en mente, por ejemplo un brunch pre boda o incluso un segundo vestido de novia.
12. Poner cubiertos de más, incluidos los de los fotógrafos y wedding planner. Siempre habrá invitados que no aparezcan por los motivos que sean. Aún así, debes contar con los fotógrafos y las wedding planner (si están presentes en la celebración) a la hora de enumerar la cantidad de cubiertos por la que vais a pagar.
13. Repasar que todos los impuestos y tasas están incluidos en el precio final. Importante para cada una de las partidas, especialmente las que tienen el precio más elevado, como por ejemplo el alquiler de espacios o el catering.
14. Acordarte de que la limpieza y conservación del vestido también cuesta dinero. Y que hay que reservar cita con antelación para que podamos llevarlo justo después de casarnos y prevenir que las manchas y olores se asienten en el tejido.
15. Tener en mente que en todas las bodas hay imprevistos. Desde que se te rompa una uña el día antes y tengas que hacerte una manicura de urgencia, hasta que las flores no lleguen por la razón que sea, que llueva y no tengas previsto un plan B, que te encuentres con un gasto escondido, o que tengas que añadir un invitado de más en el último momento. Es imposible saber qué saldrá mal por adelantado, pero si reservas una porción del presupuesto a los imprevistos llegarás al altar mucho más tranquila.