Wedding planner + community manager: las dos son figuras relativamente nuevas, que tienen mucho que ver con cómo percibimos hoy en día la planificación de eventos y la manera en que nos comunicamos. Y es precisamente de la fusión de ambas que ha nacido el wedding social manager, una figura encargada de manejar las redes sociales durante la boda, y que, cómo sucede con muchos otros aspectos de la coordinación de la boda, puede gestionarse a través de un wedding planner especializado en redes (el servicio de la organización de la boda muchas veces se divide en diseño del evento, gestión y ahora también redes, y no siempre una misma persona cubre todos los ámbitos), o mediante un agente externo que se ocupe solamente del social media.
El wedding social manager existe desde 2014, después de que una cadena hotelera en Nueva York ofreciese este servicio en cuatro de sus hoteles a las parejas que se casan allí. Su labor: tuitear directamente desde la ceremonia y recepción de la boda, crear hashtags customizados, gestionar tablones de Pinterest, y, quizá lo más interesante, la creación de un álbum digital con todos los highlights de la boda compartidos en redes sociales por los invitados. En definitiva, un servicio para mantener las redes sociales al día.
Aunque en un primer momento la propuesta de este hotel neoyorquino se llevase su cuota particula de críticas (en redes sociales, por supuesto), el movimiento parece haber ganado tracción y este mismo verano llegaba a España, ofreciéndose en el hotel Barceló Montecastillo Golf como parte de un servicio premium para novios. Aunque en un principio pueda resultar atractivo exclusivamente para parejas techies, este community manager especializado en bodas tiene como labor el ayudar con el caos de las redes sociales desde el momento en que comineza a planaficarse la boda.
La gestión y control de lo que publican los invitados en Instagram o Twitter supone un quebradero de cabeza para muchas parejas, una especie de moneda de dos caras que por una parte puede percibirse como una intromisión en la privacidad de la pareja, que no puede controlar del todo lo que se comparte en ese día, y al mismo tiempo una manera completamente nueva de coleccionar instantes, que actúa como complemento a la labor del fotógrafo. La creación de una figura que organice este caos da respuesta a uno de los rasgos más característicos de las parejas, sobre todo las novias, de la generación milenial: la gestión íntegra de la boda a través del teléfono móvil y la hipercomunicación en redes sociales.
Aunque contar con esta figura profesional muchas veces se nos quede fuera del presupuesto, la idea puede trasladarse al círculo más íntimo de la pareja, delegando parte de la responsabilidad del control de las redes sociales en alguien de confianza. Ya sea profesional o no, estas son algunas de las tareas del wedding social manager, por si te decides a incluir un community manager en tu boda:
1. Crear un hashtag específico para los novios, basado en sus nombres, la fecha de la boda, sus gustos compartidos, un juego de palabras... El hashtag ayuda a mantener bajo control las publicaciones de los invitados, reuniéndolas todas bajo una misma etiqueta en plataformas como Twitter y sobre todo Instagram.
2. Actualización de las distintas plataformas sociales en directo, de forma constante, y lo largo de toda la boda, a menudo recogiendo algunos de los momentos claves acordados con los novios. Las plataformas más habituales son Twitter, en los mensajes de texto, e Instagram y Snpachat para fotos y vídeos.
3. Mantenimiento y gestión del blog de los novios durante la organización de la boda.
4. Creación de estrategias de comunicación que animen a los invitados a compartir contenidos usando los hashtag y canales específicos elegidos por los novios, tanto con elementos decorativos (como una pizarra a la entrada del espacio de celebración, donde se indique la etiqueta para redes sociales), como desde las mismas redes sociales.