El fondant es una de las tendencias reposteras de las que más hemos oído hablar en los últimos años: esta pasta elaborada con agua, glicerina y azúcar (no confundir con el fondant de chocolate) es un hit entre los reposteros nupciales porque su consistencia similar a la de la plastilina es súper moldeable, se adapta a casi cualquier tipo de pastel, permite rectificar con facilidad si cometemos un pequeño error, y deja amplio espacio para la imaginación a la hora de decorar. Es prácticamente como una escultura de azúcar.
©Creación y foto: Meg Skill / @nutmegcakedesign
El fondant como ingrediente no resulta especialmente sabroso al paladar (no lleva ningún sabor añadido), aunque como elemento decorativo hace tiempo que se convirtió en un bestseller por su aspecto pulido, que funciona especialmente bien con las tartas con cobertura. La propia palabra lo indica: está pensado para 'fundirse' en la boca, dejando paso la explosión de sabores del relleno. Su principal ventaja fuera de su flexibilidad y versatilidad es que este tipo de cobertura no suele dar problemas de alergias, al contrario que las elaboradas por ejemplo con mazapán y que tienen un elevado porcentaje de frutos secos.
Las redes sociales son el lugar en el irnos a buscar tendencias a la hora de hablar de creaciones como estas, que son tan bonitas por fuera que no hay quien se resista a sacarles una foto y compartirla; el fondant es la estrella de Instagram y Pinterest desde hace varios años, y, desde principios de 2016, lo es sobre todo gracias a una tendencia decorativa muy vistosa: el marbled wedding cake, o marble fondat, que le da un giro al pastel de boda pulido en un único color y lo transforma en una pequeña obra de arte al imitar la superficie de un panel de mármol, con delicadas vetas de colores. La planta de estas tartas, además, funciona con varias versiones geométricas, no sólo la redonda clásica, sino también por ejemplo la hexagonal. El resto de la decoración: desde peonías naturales en color blanco, hasta anémonas y plantas suculentas en pasta de azúcar, rosas en papel de arroz, láminas de oro o monogramas pintados a mano.
¿PODEMOS HACERLO EN CASA?
Una de las ventajas de este tipo de creaciones es que, además de vistosa, se puede hacer en casa si eres ducha en el mundo de la repostería. Si has trabajado alguna vez con fondant, puedes atreverte a prepara un dulce de este tipo, por ejemplo para una fiesta pre-boda o una reunión con amigas y damas de honor. Si no, siempre puedes recurrir a un experto que diseñe este pastel de bodas para ti.
Uno de los métodos para crear un marbled wedding cake es el que propone la 'youtuber' Just Cake It. En lugar de enroscar varios rollos de masa fondant sobre un nudo girado sobre sí mismo, esta repostera sugiere separar una cantidad de fondant suficiente para cubrir la tarta en pequeñas porciones. El fondant debe mezclarse con colorante alimentario de la tonalidad que se quiera (triunfan el azul Tiffany, el lavanda, el rosa y sobre todo el gris), y se mezcla como haríamos con otras creaciones elaboradas con esta pasta, sólo que en lugar de amasarla hasta que el color sea completamente uniforme, lo hacemos hasta que comencemos a ver las primeras vetas de color. El truco definitivo: que cada porción contenga una cantidad diferente de colorante, para que la intensidad del color varíe de una masa a otra.
©Creación y foto: Amie Milton / @whippedcakeco
Una vez mezcladas las diferentes porciones de manera individual, se juntan en una base común que debe extenderse con un rodillo hasta que el fondant se asemeje a una placa de mármol. Cada cara, además, suele tener unos efectos y vetas diferentes en su superficie, así que tenemos dos opciones para elegir la que más nos guste.
El tipo de fondant que solemos encontrar en la repostería nupcial es el fondant elástico, que da ese acabado mate que arrasa entre los amantes de la repostería de Instagram. Este tipo de pasta debe colocarse como una 'manta' sobre el pastel, que deberá ser lo bastante consistente para sostener su peso y que no se hunda. Utiliza un poco de agua en spray para adherir la pasta de azúcar y... voilá. Ya sólo queda ajustar los bordes, recortar la masa sobrante y alisar la superficie para que quede pulida.
¿Y qué pasa si mezclamos diferentes colores en una misma base de fondant? Pues que el resultado es igual de espectacular o más, especialmente si los colores están dentro de la misma gama cromática, o funcionan con la paleta de colores de la boda.