Tendencias DIY

Escribir tus invitaciones de boda a mano y otros detalles de papelería nupcial

El 'lettering' y la caligrafía son dos de las tendencias DIY relativas a la manera en que escribimos las invitaciones y otros detalles de papelería de la boda

por hola.com

La caligrafía es el arte de escribir de forma bonita, a mano, haciendo que el papel se convierta en una pequeña joya en la que se invierte tiempo y esfuerzo y de la que podemos estar orgullosos. En pleno apogeo de lo digital, con tantas opciones a nuestro alcance como las que tenemos hoy a golpe de click, a veces se nos olvida que, además de por correo electrónico o con una tarjeta impresa, siempre podemos retomar la costumbre artesanal de escribir una por una las invitaciones o sobres de la boda, siguiendo las directrices de este arte centenario. No siempre es una tarea fácil: si no eres ducha en caligrafía es probable que necesites hacer un pequeño curso en un taller exprés para saber cómo mover la mano sobre el papel, qué tipo de plumillas, tintas y papeles necesitas, y practicar durante seis u ocho semanas antes de comenzar con los sobres 'definitivos'.

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Aunque parezca un trabajo duro, la recompensa merece la pena: pocas cosas pueden sustituir a unas invitaciones que llegan a casa con nuestra dirección escrita cuidadosamente a mano. Es un detalle bonito, que requiere de una dosis extra de paciencia, y nos pone en contacto con las artes del libro y el papel. La pregunta clave en estos casos es, quizá, si es posible cambiar radicalmente nuestra letra en tiempo exprés. "Algunas personas parten de cero, otras ya han trabajado con plumillas clásicas antes. Todos tenemos 'vicios' en nuestra forma de escribir, como la postura de la mano, la presión que ejercemos en los trazos, la forma de nuestras letras, si son redondas, largas, inclinadas... Cada uno tenemos unos tipos de letras con los que nos sentimos más cómodos y otros que nos cuestan más". Así nos lo explica la restauradora Mónica Sánchez Araujo, profesora de cartonaje y caligrafía en Calero, uno de los talleres de encuadernación más antiguos de España, que lleva abierto en Madrid desde 1907 y que cuenta entre sus trabajos con joyas como los primeros logos del hotel Ritz, Yves Saint Laurent o Chanel.

NOVIAS + CALIGRAFÍA: UN TÁNDEM PERFECTO

En este taller, Mónica imparte clases regulares de caligrafía además de monográficos de iniciación centrados en un tipo de letra concreta como lettering, caligrafía inglesa o caligrafía cancilleresca. "Normalmente se suele comenzar enseñando letras sencillas y regulares para ir cogiendo soltura con la pluma. Poco a poco se va pasando a letras con algo más de dificultad y trabajando con diferentes tipos de tintas, escribiendo con formas más elaboradas, sobre otros soportes como pergamino", explica. Este tipo de workshops abarcan un amplio espectro de personas, desde quienes se dedican al diseño gráfico y quieren probar con trabajos de forma más artesanal, hasta quienes quieren aprender escribir a mano con plumilla; en este último grupo se encontrarían las novias.

Es importante puntualizar que decidirse a escribir a mano las cien, doscientas o más invitaciones de la boda no tiene por qué convertirse en algo estresante, más bien al contrario: escribir con una letra bonita es un arte que requiere de paciencia y concentración, y más que verlo como un plus añadido a los to-do's de la boda podemos verlo como un paréntesis en los preparativos. "La caligrafía tiene la capacidad de ayudar a mejorar la letra y de aprender a concentrarse", puntualiza Mónica. "También es verdad que parece atraer más a mujeres que a hombres".

"Mi consejo para las novias que quieren escribir sus invitaciones es que se lo tomen con calma", explica. "La caligrafía es una actividad relajada, pero al mismo tiempo requiere concentración, así que es conveniente que dejemos descansar la pluma, la mano y la vista cada cierto tiempo para no acabar cogiéndole manía a una letra pensando que no nos sale, cuando a lo mejor lo único que pasa es que estamos cansados". Muchas veces dice, oye a alumnos refunfuñar "porque se les ha atravesado la letra 'S', la 'G' o la letra que toque. Y, después de parar a tomar un café, le sale a la primera".

También aconseja intentar no copiar. "Si siguen un abecedario tal cual, van a tener que estar constantemente 'tirando de chuleta'; es más efectivo, y la letra queda mucho más bonita si, tras elegir la letra que quieren utilizar y después de practicarla, dejan que esa letra se mezcle con su propio estilo. Por supuesto, si nunca han usado plumilla antes, sería conveniente que acudieran a alguna clase en la que les dieran unas pautas básicas antes de lanzarse, pero el trabajo que pueda suponer realizar las invitaciones a mano se ve compensado en cuanto las ves terminadas. Una de las frases que más se oyen en clase de caligrafía es '¡Esto lo he hecho yo!'".

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TENDENCIAS 'DIY'

Ya hemos visto otras veces que la tendencia do it yourself está muy presente en el territorio nupcial, gracias sobre todo a la influencia de las novias en redes sociales con un fuerte componente visual, como por ejemplo Pinterest o Instagram. El arte de la caligrafía entra dentro de esta categoría, con el añadido de que, una vez hayamos practicado los trazos el tiempo suficiente, podemos llevárnoslos a otros terrenos de la decoración DIY de la boda, como por ejemplo el sitting de los invitados, los meseros o incluso los menús. Si solamente vas a escribir los sobres a mano, calcula cuánto tiempo necesitas teniendo en cuenta, no sólo si vas a acudir a un taller de caligrafía para entrenar la mano, si no también tiempo de práctica (uno o dos meses), el número total de invitaciones y la cantidad de información que irá escrita en el sobre: si se envían por correo, son necesarios todos los datos del invitado y también del remitente, mientras que en las invitaciones entregadas a mano solamente hacen falta nombres y apellidos. Recuerda que la invitación debe estar en manos de su destinatario entre seis y ocho semanas de la boda.

Otras cosas a tener en cuenta: no comprar el primer set de caligrafía que veas; infórmate antes de los tipos de plumas y tintas, así como del papel que mejor las soporta: no es lo mismo la caligrafía, osease, el arte de escribir con letra bonita, que el lettering, una técnica mucho más gráfica que permite usar letras de fantasía para crear diseños tipo póster, así como toda suerte de materiales (por ejemplo, las pizarras decorativas). De igual modo, no todas las plumas sirven igual para un tipo de letra inclinada o gótica, una letra angulosa o una fluida como la que se lleva últimamente entre las tendencias en papelería nupcial. También es importante saber cuidar estos materiales y mantenerlos limpios (de ahí la insistencia en acudir a un workshop, presencial, online o incluso exprés), para evitar por ejemplo que la plumilla se atasque o directamente emborrone una invitación. Un último recurso si tienes mala letra y no ves forma de mejorarla de forma inminente: contratar a un calígrafo profesional que diseñe y escriba a mano las invitaciones y el resto de detalles en papel.