Si nos atenemos solamente a lo que citan los números y estadísticas, la media española se sitúa en torno a los 20.000 €. Esto, como todo lo relativo a la ceremonia, cambia dependiendo del lugar donde nos casemos: en el norte de España, por ejemplo, los invitados desembolsan más de 250 € como regalo a los novios, mientras que en otras zonas no suele pasar de los 150. Si aplicásemos la fórmula de regalar siempre lo que cuesta el cubierto, el presupuesto entre unas bodas y otras sería de entrada muy diferente.
Las matemáticas en el terreno del amor, sin embargo, no lo resuelven todo. Sobre todo cuando se tiene en cuenta que la tendencia actual entre las parejas millenial que se casan es personalizar todo lo relativo a su día B, y esto tiene consecuencias directas en cuánto nos gastamos y cómo se organiza el shopping journey de la novia. "La gran mayoría, cuando se sienta con nosotras la primera vez, nos hace una pregunta: ¿Cuánto cuesta una boda? Y siempre respondemos lo mismo: 'hasta infinito'", explican Patricia y Lidia de Weddings With Love, un servicio de organización y diseño de bodas con sede en Sevilla que trabaja con novios en Extremadura, Andalucía y también Barcelona. Esta pareja de hermanas sabe bien hasta que punto se lleva hoy en día la personalización en las bodas. "Nacimos en el año 2013 y llevamos unas cincuenta bodas aproximadamente, porque sólo hacemos una media de veinte por año. No hacemos más porque hoy todo es súper personalizado".
"Una boda es cuestión de prioridades", explican. Normalmente, un presupuesto organizado con un wedding planner suele ajustar mejor los márgenes porque ya se conocen de antemano los precios del mercado y los diferentes tipos de proveedores que vamos a necesitar, así como los gastos que se esconden en las bodas y que muchas parejas desconocen a la hora de sentarse a hablar de dinero por primera vez. "A las parejas se les suele facilitar un presupuesto aproximado. Con este presupuesto se busca que tengan los pies en la tierra y ellos mismos sepan conocer qué pueden permitirse y qué no".
Este desconocimiento común que presentan muchos novios a la hora de plantearse organizar un evento 'tamaño boda' es lo que llevó a esta pareja de wedding planners a editar un doble libro específico para novios, que funciona lo mismo como un planificador, con la teoría necesaria para diseñar un boda preciosa, y como un organizador tipo agenda, para anotar todos los detalles finales de la boda y poder organizar y coordinar todos los servicios. "El libro está enfocado a toda pareja que decida darse el 'sí, quiero', les guía para poder organizar su propia boda de forma muy decente. No sustituye el trabajo de un wedding planner, pero en el caso de que la pareja no pueda permitirse un organizador de bodas, puede serles de gran ayuda", explican. "Es como una 'minibiblia' en la que hemos guardado muchos de nuestros secretos y consejos. Y en él hablamos del presupuesto, es quizás uno de los capítulos más interesantes". Quizá porque la gran diferencia entre un presupuesto organizado por una pareja sin ayuda, y por una pareja con wedding planner, es que la pareja no suele saber cuál es el precio justo a pagar por cada servicio, ni cuánto vale una boda. "Lo más probable es que sea la primer vez que se casan. Un profesional intenta guiarles para que optimicen su presupuesto y le saquen el mayor partido posible".
¿QUÉ PASA CUANDO DAMOS CARTA BLANCA AL PRESUPUESTO?
"Nos ha pasado en algunas ocasiones que una pareja nos haya dado carta blanca, pero en nuestro caso siempre hemos sido bastante honestas y sinceras con la parte económica, y aunque parezca raro, somos nosotras las que ponemos freno. Solemos decirles que no es más bonita la boda más cara, si no la que mejor sabe invertir su presupuesto. Es cuestión de saber qué elementos si o no añaden valor".
La media que nos gastamos en una boda de este tipo, dicen, está además por encima de la media que marcan las infografías de bodas made in Spain: entre 30.000 y 40.000 €. "En una boda de unas 150 personas, este dinero se correspondería con un buen catering con un menú desde 100 €, el lugar de celebración, la fotografía, vídeo, música, decoración, obsequios para invitados... Es dificil cuantificar, depende de muchos factores". Casi el 50% del presupuesto pertenece a la parte gastronómica de la boda. El otro 50% se reserva a otros servicios y detalles. "Si la pareja decide hacer fiestas de preboda o postboda, el presupuesto se dispara un poco más. La mayoría de bodas gastan este presupuesto, pero tenemos también un buen número de parejas que pueden llegar a invertir desde 80.000 hasta 150.000 €".
De ahí que al hablar del 'Día mágico' de los novios toque hablar también de prioridades: ellas son las que deciden en última instancia cómo y de qué manera vamos a darle forma al día B. De hecho, a la hora de 'casar' algo tan bonito como una boda (que en el fondo es un sueño), con la parte económica y organizativa de la misma, lo funamental es hacerse a la idea de que ese día va a ser irrepetible, y lo más importante, propio. "Nuestro consejo es que jamás intenten mejorar o simular otra boda a la que hayan asistido. Cada pareja tiene su boda, su día único. Solo tienen que relajarse, organizarse y por supuesto documentarse e informarse. Nosotros recomendamos que cuando quieran hacer un gasto, hagan primero examen de conciencia para saber qué aporta ese elemento a la boda. Siempre les recomendamos que no escatimen en comida, bebida, música, fotografía, video y luna de miel. Todas estas partidas tienen que ser de gran calidad. Los invitados asisten a una boda a pasarlo bien, por lo que la comida, las copas y la música tienen que ser buenos. Y la fotografía, el video y la luna de miel será su mejor recuerdo".
¿Y CON LOS GASTOS INESPERADOS?
Es difíil predecir qué saldra bien y qué saldra mal cuando no se tiene experiencia acumulada en el terreno de la organización de eventos: si la boda es la primera celebración de envergdura que se organiza, todo se planifica a través del ensayo y error. De ahí que sea importante pensar por adelantado en términos económicos: aunque no podamos predecir desde el primer día los gastos que se esconden en la organización de una ceremonia (como el pago de las tasas necesarias para casarse, el canon por elegir servicios diferentes de los que ofrece el establecimiento a modo de pack, o el visado para ese viaje de luna de miel estilo buddymoon), si que podemos dejar apartada una horquilla del presupuesto para los gastos que se presenten a medida que vayamos avanzando en la organziación. "Puede haber sorpresas", añaden Patricia y Lidia, "como por ejemplo que ese día llueva y tengan que alquilar una carpa en el último momento. Las carpas no son económicas".
¿Una anécdota? "Somos bastantes discretas con los presupuestos de nuestras parejas, es algo muy personal e intimo. Pero hay una frase de una novia que no se nos olvidará jamás. Esta boda fue INCREÍBLE, con millones de detalles preciosos y nosotras no parábamos de crear e ingeniar cosas bellas porque la pareja se prestaba. Pero llegamos a un momento en el que tuvimos que parar en seco. Y entonces la novia dijo una frase muy graciosa: 'vamos a parar ya porque como sigamos así vamos a llevar un elefante a la boda'. De ahí que digamos que en una boda los novios ponen los límites. Ellos saben qué es prioritario y qué no".