¿Por dónde empiezan a comprar las millenial brides el vestido de novia? Según las tendencias que marcan el shopping journey de las novias de hoy (todas las que nacieron entre los años 80 y 00, y que previsiblemente pasarán por el altar en los próximos años), las millenials son las primeras novias nativas digitales de la historia, y esto ha cambiado radicalmente la manera en que buscan el vestido perfecto. El viaje ya no empieza, como solía hacerse, en las tiendas físicas, sino mucho antes: en Google, Instagram, Pinterest.
Ésta al menos es la tendencia a la que apunta el informe sobre Millenial Brides elaborado por José Luis Nueno para la Barcelona Bridal Week: la media de búsqueda del vestido de novia suele establecerse en torno a diez meses antes de la fecha de la boda, y la manera en que se compra el vestido blanco hoy en día tiene nombre propio, ROPO, una estrategia que hace referencia a los términos en ingles research online - purchase offline (es decir, 'buscar online, comprar en tienda'), y que de momento excluye al traje de novia de la compra exclusiva por Internet por la que si optamos en otras variedades diferentes de shopping.
Y eso a pesar de que hoy hayamos sustituido los catálogos tradicionales por la búsqueda a golpe de click prácticamente en su totalidad. Las novias millenial confían casi en exclusiva la búsqueda de su vestido de novia a internet. ¿Te suena? Pues sigue leyendo: los dispositivos móviles se utilizan en un 99% de las bodas para buscar información, y lo que es más, se emplean para prácticamente todo, desde comprar un servilletero, hasta contactar a una wedding planner, planificar el sitting o informar a los invitados del dress code. La revista de novias de papel, que antes ocupaba la primerísima posición, ya sólo se consulta en un 64% de los casos, y menos popular aún resulta la feria de bodas (43%). ¿La opinión de los dependientes de las tiendas? Sólo nos es relevante en un 19% de los casos según el estudio. Al fin y al cabo, si hay algo que no falta en internet son opiniones, comentarios y valoraciones de otras tantas miles de novias que han pasado por lo mismo durante la organización de su boda.
Las millenial buscan proveedores y servicios de gestión de contactos, emplean herramientas de planificación, consultan tiendas y vestidos de novia e incluso se valen de estas plataformas para comparar en la propia tienda los precios y calidad online. Sin embargo, y a pesar de la cantidad de Apps que nos bajamos casi desde el primer día en que anunciamos el compromiso, la principal función del smartphone en estos casos no es otra que sacar fotos. Y, lo que es más, compartirlas, haciendo de las novias millenial, además, social brides: de ahí que los sitios gráficos de compartir imágenes de trajes de novia tengan visitas millonarias (no te pierdas todas las tendencias en vestidos de novia de las colecciones 2017).
El motivo por el que han cambiado tanto nuestras costumbres radica sobre todo en las nuevas tecnologías, que permiten ver un vestido en 360º, desde todos los ángulos posibles, al mismo tiempo que comparamos marcas y ampliamos nuestro abanico de opciones hasta prácticamente el infinito. Las bodas de hoy se organizan desde el móvil o la tablet, 24/7, en un break de la oficina, la parada del autobús o en la cola del banco. Cualquier momento es bueno, sobre todo teniendo en cuenta que internet ahorra a las novias una (o muchas) visitas a las tiendas en las que están interesadas. Eso sí: la compra definitiva, al menos del traje de novia, acaba desembocando en la tienda de verdad casi todas las veces.
EL UNIVERSO 'CELEB' TAMBIÉN NOS INFLUYE
No sólo las nuevas tecnologías han cambiado la manera en que organizamos la boda: también la facilidad que tenemos hoy para conocer otros países y culturas, una tendencia relacionada tanto con el auge de los vuelos low-cost como con las becas Erasmus y las parejas internacionales. Cada vez más bodas se celebran en dos países diferentes (con dos looks de novia distintos), o adaptan tradiciones de un extremo del mundo al otro. El universo celeb también aporta su granito de arena: una de las tendencias que han adoptado las novias millenial de las brides-to-be más famosas es la de los dos vestidos de novia, uno normalmente reservado para la ceremonia y otro para el banquete o para inciar el baile.
Aunque no todas las novias se cambian de vestido, la tendencia está al alza: fue la moda nupcial más votada por los lectores de HOLA.com al preguntarles por las tendencias de novias más en auge. Las soluciones al problema del total look horizontal de ceremonia y cóctel de la novia también son variadas: podemos dividir el presupuesto del vestido en dos mitades iguales, o ceder más peso a uno de los diseños (normalmente el primero), y hacer que el segundo sea 'reciclable', osease, que nos lo podamos poner más veces para rentabilizar la inversión. Los vestidos con partes desmontables también se llevan, aunque responden más al reto de los diseñadores de vestir dos veces a la misma novia que a las propias novias.