Las pedidas de matrimonio más románticas de las 'celebs'
De pedidas que casi pasaron inadvertidas hasta despliegues de medios dignos de una película de cine
Flores rojas, champán, la torre Eiffel de fondo; él hinca la rodilla en el suelo, y... todo se desarrolla como una película de cine. O como la vida misma: a la hora de pedir en matromonio no hay nadie que supere a las estrellas de panorma celeb. Y vale que no todos dispongamos de los mismos medios para declarar nuestro amor eterno (Seal hizo construir un iglú específicamente para pedir la mano de Heidi Klum), pero no todas las celebs son iguales: algunas de las historias más sonadas de Hollywood son románticas por la manera en que sucedieron y también por cómo las relatan sus protagonistas.
La historia de Matthew McConaughey y Camila Alves es un buen ejemplo. Él es uno de los superpapás más tiernos entre los famosos, y es sólo cuestión de tiempo que pidiera en matrimonio a la modelo brasileña tras el nacimiento de sus hijos Levi y Vida (más tarde llegaría el tercero, Livingston Alves McConaughey). La historia de su pedida de mano la conocimos también durante una entrevista en televisión, concretamente al presentador Jay Leno. "En Navidad solemos reunirnos todos, y abrimos los regalos por turnos", explicó el actor semanas después de pasar por el altar. "Así que metí su anillo como en ocho cajas diferentes, para que tuviese que estar desenvolviéndolas un buen rato. Cuando llegó su turno para abrir los regalos, llamé a toda la familia para que viniera a verlo... y cuando lo encuentra por fin, se le abren muchísimo los ojos. Me pongo de rodillas y le pregunto: '¿quieres casarte conmigo?'". Y la respuesta... no fue no, pero tampoco un 'sí' inmediato. "Las primeras palabras que salieron de su boca no fueron un sí. No voy a decir lo que fue. Pero sí que en aquél momento le dije 'mira, estoy de rodillas. Me voy a quedar aquí un buen rato. Más que tú'. Así que al final cedió".
Aunque si hay alguien que pasará a la historia por tener una pedida de mano capaz de eclipsar a todas las pedidas de mano de la historia esa es la de Kim Kardashian y Kanye West. Por el eco que tuvo la relación después, pero también por el despliegue de medios del rapero, que encargó un anillo customizado a la joyera de los famosos, Lorraine Schwartz, con un diamante de 15 quilates perfecto en claridad y pureza, y alquiló el estadio de béisbol de San Francisco el día del 33 cumpleaños de la socialité, proyectando las palabras '¡POR FAVOR, CÁSATE CONMIGO!' en una de las macropantallas LED.
Más propuestas de matrimonio recientes: encontramos tres muy cinemáticas. La más reciente, la de Eva Longoria y José Antonio Bastón, para la que el empresario organizó un escenario de alfombras persas y puffs en pleno desierto de Dubái, con anillo de rubíes de por medio. También la de Lady Gaga, que se comprometió con el actor y modelo Taylor Kinney en la noche de San Valentín del año pasado después de que él le entregase una sortija coronada por un diamante en forma de corazón y las iniciales de ambos escondidas en la parte interior del anillo, unidas por otro emoji de corazón, diseño de Lorraine Schwartz y valorada en más de 400 mil euros.
La que se convirtió en un éxito asegurado: la de Sofia Vergara y Joe Manganiello; según él mismo confesaba en una entrevista de televisión, los nervios del momento estuvieron marcados sobre todo por el hecho de que tenía preparada la pedida en español, el idioma nativo de la actriz de 'Modern Family' (es colombiana). "Lo último que quieres es meter la pata con tu español con una propuesta de matrimonio a una mujer colombiana". El español del actor debe ser de primera porque ambos son marido y mujer desde el pasado noviembre, después de celebrar una boda de varios días que coronó a Sofía como la novia de todas las novias según los lectores de HOLA.com.
Un último ejemplo: George y Amal Clooney. En una vista reciente al programa de Ellen DeGeneres, el actor relataba el impasse en que se convirtió la pedida de mano de la abogada quien, ajena a sus intenciones, se empeñó en fregar los platos después de una cena romántica, mientras él insistía en que se sentase con ella en el sofá. Cuando por fin consiguió convencer a Amal, él mismo le pidió que encendiera unas velas usando una caja de cerillas situada a espaldas de la abogada, y en cuyo interior el actor había escondido un impresionante anillo de diamantes. Al verlo, en vez de 'pillar' la indirecta, Amal le comunicó simplemente: "es un anillo". "Cómo si alguien lo hubiese dejado allí por error", explicaba el actor entre risas. Afortunadamente, al final Amal se dio cuenta de lo que estaba pasando y hoy son uno de los matrimonios más atractivos de Hollywood.