Consejos para comprar el vestido si eres una novia 'curvy'

Tener una silueta con curvas no está reñido ni con las últimas tendencias de novia, ni con llevar un traje híperfemenino, adaptado a tu figura y estilo.

Por hola.com

No todas las novias deciden ponerse a dieta antes de la boda. Porque no quieren o sencillamente porque no lo necesitan. El auge de la mujer curvy, la que luce curvas sin esconderse, también se ha trasladado al terreno nupcial e incluso hemos visto a algunas firmas de novia 'pro' subir a novias con curvas a la pasarela: Jenny Pakham, una de las diseñadoras favoritas de la Duquesa de Cambridge, lo hizo con su colección 2015 en Nueva York, incluyendo en su casting a dos de las tops más famosas de moda plus size como son Ashley Graham y Marquita Pring.

La novia curvy no lo tiene más fácil ni más difícil que la novia con una talla convencional (por convencional se entiende el tallaje que va del tamaño petite hasta aproximadamente la 42 o 44, que son las tallas que encontramos en las tiendas antes de pasar a la moda de tallas grandes), sino que simplemente debe saber de antemano dónde y cómo buscar su vestido de novia, conocer bien su silueta y guardarse unos trucos en la manga. Empezando, por ejemplo, por nuestro checklist para novias con curvas.

1. Aunque en la gran mayoría de tiendas es posible realizar las pruebas con un vestido que no es exactamente de tu talla, simplemente ajustándolo por detrás y viendo cómo queda por delante, no está de más llamar antes para preguntar qué tipo de tallaje tienen en stock: la búsqueda del vestido de novia tiene que ser un proceso que disfrutemos desde el primer momento, y si el vestido cierra y sienta como un guante en las pruebas la experiencia será completamente diferente. Puedes optar por firmas convencionales o directamente por las que sepas que incluyen todo tipo de diseños y tallas en su colección: la misma línea de vestidos de novia low-cost de Asos tiene una sección curvy llena de vestidos campana y faldas midi.

2. Antes de someterte a tu particular 'peregrinaje' de tiendas, plantéate si lo que quieres es un diseño de raíl, uno de taller, o la variante intermedia, el prêt-à-couture. Los primeros admiten pocas alteraciones, aunque suelen ajustarse a medida dependiendo de la talla. Los vestidos prêt-à-couture son mucho más flexibles: se trabaja sobre un modelo de colección, al que se pueden hacer alteraciones sustanciales como cambiar el velo por una capa, añadir extra sujeción en la zona del pecho o ponerle mangas a un vestido strapless. Si el diseño es de taller, ls posibilidades son infinitas: podemos escoger la forma que mejor siente a nuestra silueta, añadir detalles o ceñirlo con un cinturón, y escoger las telas. Lo que nos lleva a hablar de...

3. Los tejidos. Mejor cuanto más estructurados, como por ejemplo la tafeta o el encaje en lugar del chiffon. Puedes aprender de antemano cuáles son los tejidos más prácticos para las novias o cómo distinguirlos a simple vista.

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4. La talla no tiene nada que ver con la silueta. Una mujer con una figura tipo pera o triángulo tendrá siempre la cadera más ancha que los hombros, mientras que una silueta rectángulo siempre tendrá problemas a la hora de ceñir la cintura, independientemente de los kilos que se tengan. ¿Qué quiere decir esto? Que máximas como que el diseño imperio es el que deberían llevar todas las novias plus size no sólo no son la solución, sino que pueden jugar en contra de la novia. Antes de intentar difuminar o esconder tus curvas, piensa si a tu figura no lo va mejor acentúarlas, buscando la silueta reloj de arena. O marcar cintura con un diseño tipo corsé. O sujetar el pecho con un vestido estructurado.

5. Busca el equilibrio entre tu propio estilo y personalidad, y un corte femenino que saque el mejor partido a la parte más bonita de tu anatomía. Por ejemplo, las siluetas tipo pera suelen tener unos brazos y hombros muy bonitos. Las de tipo manzana, piernas de infarto. El secreto para estar radiante en el día B es estar cómoda: no renuncies a tu propio estilo pero tampoco a sacar tu lado más femenino.

6. Volviendo a la concordancia (o la falta de ella) entre peso y silueta, incluso si tu intención es ponerte a dieta en los meses que vayan desde que encargues el vestido hasta que camines de facto hacia el altar, es posible que pierdas peso pero tu silueta siga siendo la misma. Confía en lo que te sienta bien ahora, y si hay que hacer ajustes dentro de unos meses, probablemten tengan más que ver con meter unos cuantos centímetros de tejido o correr unos botones que con buscar una vestido completamente distinto que complemente a tu nueva anatomía. Ten en cuenta que la única manera de moldear la silueta de manera radical es con un plan de entrenamiento de varios meses, combinado con una dieta pensada para tu tipo de cuerpo, constitución y metabolismo. Si sólo pierdes peso, es probable que tu tipo de curvas sigan siendo las mismas.

7. La corsetería es la amiga íntima de todas las novias, tanto de talla regular como plus size. Si tienes claro que vas a llevar alguna prenda de este tipo, piensa en ella ya desde las primeras pruebas: no compres nada definitivo hasta que tengas el vestido, pero sí ve armada con un sujetador bien ajustado y unas medias o un short de Spanx.

8. Aunque seas una novia curvy puedes aprovecharte de las tendencias de temporada como la que más, pero adaptadas a tu silueta y estilo. Por ejemplo, las capas de novia y los blazer estructurados en color blanco. Lo vestido con cuerpo tipo corsé que se encajan hasta la cadera + falda fluída en satén de seda. Los cinturones de pedrería. La manga tres cuartos o a la muñeca, con bordados de encaje. O los vestidos de novia cortos, que alargan la silueta haciendo que la pierna parezca más larga.