Liberty Ross repite con su vestido de novia... sólo dos semanas después del 'sí quiero'

Keira Knightley ya tiene quien le susitutya en el terreno de las novias que reutilizan su vestido de novia. La modelo Liberty Ross protagonizó muchísimos titulares en 2012 al convertirse en la cuarta en discordia en el affaire entre su entonces marido, el director de cine Rupert Sanders, y Kristen Stewart. Tras el mal trago, que desencadenó el fin de su matrimonio, la modelo volvió a pasar por el altar el pasado Día de los Enamorados y, sólo dos semanas más tarde, en la fiesta post-Oscar organizada por 'Vanity Fair' en la madrugada del lunes, la hemos visto vestida otra vez con su propio traje de novia, eso sí, con un look muy diferente.

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Ya hemos hablado otras veces de cómo es posible planear un look de novia desde el principio, que nos valga para más ocasiones, sobre todo si optamos por el minidress o los separates (atuendos en dos piezas), como una falda lápiz con top de encaje, o una blusa de seda con pantalones de novia de color blanco, una prenda multiusos que se puede usar tanto en invierno como en verano. Lo que no suele presentarse tan a menudo son ocasiones en las que llevar un traje de novia largo, con cola, como el de esta celebrity bride, que no dudó a la hora de volver a vestirse de blanco en menos que canta un gallo.

Motivos no le faltan: las entregas de premios de la meca del cine son el escenario ideal para vestirse de blanco, especialmente si guardamos en nuestro aramario un diseño tan espectacular como este Dior vintage en seda de color crema, con paneles oblicuos envolviendo las caderas, escote drepado con tirantes de hombros caídos y una pequeña cola. El diseño es más de fiesta que de novia, de ahí que le haya resultado tan fácil a la modelo trasladarlo de su ceremonia de boda en las playas de Malibú a la red carpet con sólo cambiar el peinado, maquillaje y complementos. Eso, y el hecho de que Liberty fue una de las novias que optó por cambiarse varias veces de traje en el día de su boda, alternando este diseño (reservado para el brunch pre-boda) con el Givenchy de Alta Costura en color negro que usó más tarde para la ceremonia. A pesar de todo, son las líneas del vestido lo que hacen que se convierta en multiusos. Un vestido princesa, por ejemplo, habría sido mucho más difícil de llevar en otra ocasión, aunque no del todo imposible: Penélope Cruz ya lo hizo en el año que recogió su Oscar, con un Balmain vintage de Alta Costura en color blanco.

Pero, ¿qué es exactamente lo que ha hecho esta novia para dar un giro radical a su vestido? Para empezar, el beauty look, cambiando la melena suelta por una coleta larga sleek, sujeta en la nuca y peinada con raya en el centro; además, el maquillaje transparente incorpora un destello de bronce en los ojos, más adecuado para la noche. El rostro despejado deja a la vista unos pendientes earcuffs con cinco perlas en hilera, una joya que se sale del status quo de las novias clásicas, y que también se adapta a la noche mejor que al día. El clutch en piel de serpiente de color negro pone el toque definitivo, alejando el conjunto de los complementos tradicionales de la novia. Y eso que a lo largo de toda la temporada de premios han llovido los complementos bridal.

¿Te atreverías a reciclar tu vestido de novia?

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COPIA EL 'LOOK': 1. Sandalias Milla en tejido dorado combinado con seda en color nude y hebilla en el tobillo. De LODI (115 €). 2. Pendientes earcuffs en forma de elipse, que rodea por completo el lóbulo de la oreja, con diamantes pavé y dos perlas engastadas en plata, de Lynn Ban. A la venta en Net-À-Porter (3.499 €). 3. Sombra de ojos Ombré Essentielle en color bronce safari, de Chanel (28 €). 4. Clutch acrílico de color negro con cadena dorada, de Jimmy Choo (575 €). 5. Vestido de novia de líneas minimalistas, de la colección 2016 de Amsale.