Después de seis años de discreta relación, el pasado sábado 27 de febrero Beltrán Gómez-Acebo y Andrea Pascual se dieron el ‘sí quiero’ en una ceremonia muy íntima (cuyos detalles podréis encontrar en la revista ¡HOLA! de esta semana). Pero, por muy sencilla y reducida que sea una boda, hay aspectos que merecen la misma atención y cuidado que si de un gran enlace nupcial se tratara. Y la comida es, por supuesto, uno de ellos.
En este caso, la encargada del almuerzo no fue otra que la propia Infanta Doña Pilar (madre del novio). Su casa, en la madrileña urbanización Puerta de Hierro, fue el escenario elegido para la discreta celebración, a la que tan sólo acudieron alrededor de 35 invitados. Entre ellos, los hijos nacidos del matrimonio de Beltrán con Laura Ponte, así como el Rey Don Juan Carlos. Al parecer, el rey emérito, es un gran admirador de la cocina de su hermana. Una opinión más que autorizada, teniendo en cuenta su afición por la buena mesa: desde que abdicara, no ha sido difícil ver a Don Juan Carlos comiendo en algunos de los mejores restaurantes del país (Atrio, Arzak, El Celler de Can Roca…)
Entrada ya la tarde, se unieron a los novios y a la reunión familiar algunos íntimos amigos y primos del Beltrán y Andrea para compartir una merienda nupcial, que fue servida por el catering ‘Eatgirl Company’. Entre los invitados, Alfonso Zurita, hijo de los Duques de Soria; Luis y Juan, hijos de Simoneta y el empresario José Miguel Fernández-Sastrón, y Javier Hidalgo, director general de Globalia, con Sol González, que la pasada primavera se convirtieron en padres por primera vez.
UN 'CATERING' A MEDIDA, DONDE NO FALTARON LOS TRADICIONALES CHURROS
Una celebración muy sencilla y al mismo tiempo muy especial. Estas fueron las directrices con las que ‘Eatgirl Company’ se puso a trabajar para la preparación de esta merienda nupcial, en la que, al parecer, no faltaron los clásicos churros. Y es que… ¿quién puede resistirse a esta dulce tentación?
Una de las muchas delicias de las que, a buen seguro, tuvieron oportunidad de disfrutar los invitados. La fama precede, sin duda, a esta empresa de catering que, con sede en el noroeste de Madrid, se encarga de organizar todo tipo de desayunos, comidas y cenas, ya sean privadas o institucionales (fiestas, cócteles, bodas, comuniones, presentaciones para empresas…). Cuentan incluso con un espacio propio para eventos con un área de 2.500 m² y, por si fuera poco, tienen también en su oferta cursos de cocina monográficos y personalizados.