La cazadora vaquera de Pronovias, la biker de Otaduy o los vestidos desmontables. Una de las tendencias de novia que tenemos más claras para 2016 son las novias que se visten en dos piezas, también conocido como separates, es decir, prendas 'separadas' que se pueden incluso mezclar con otras prendas distintas antes o después de la boda. Las novias en dos piezas son símbolo de mujeres hiper femenninas y muy chic, desde el mismo día en que Bianca Jagger pasó por el altar junto al líder de los Rolling Stone, vestida solamente con una chaqueta de esmoquin blanca, sin camisa, y una falda a los pies.
Pero, ¿qué son exactamente los separates? En teoría, todas las prendas de novia que son independientes del vestido; es decir, entrarían en esta cateogoría las prendas de abrigo propias de las novias de invierno, como el mencionado blazer, o las cazadoras nupciales con encaje y cremalleras que están de moda esta temporada, los boleros y los tops de encaje que se colocan encima de la parte superior del vestido, y que abundan en colecciones clásicas, como la de Jesús Peiró, y que a día de hoy suelen incorporar un twist entre moderno y vintage, por ejemplo en forma de aplicaciones de plumas o detalles en color dorado.
Las estolas que se cierran sobre los hombros o las capas con detalles de pedrería también entrarían en la categoría de separates, además de una prenda que se ha ido haciendo hueco en los últimos años en las colecciones de novia y que destaca por su practicidad: el jersey o el sueter de corte bridal, en color blanco crema, con cierre wrap que envuelve la cintura, o estructurado en cachemira o angora.
La manera más clásica de esta tendencia es siguiendo las normas del dos piezas propiemente dicho: mientras chaquetas y boleros son en realidad complementos que sirven para resguardarse del frío, o para cambiar ligeramente el aspecto de un vestido simplemente añadiendo o quitando capas de más, el bestseller del dos piezas nupcial es el diseño de novia con falda (o pantalones, para las amantes del esmoquin a la Yves Saint Laurent) y top, ya sea una blusa o una americana.
Este tipo de diseños han ido ganando adeptas durante los últimos años, a medida que se popularizaban los enlaces civiles, y muchas de las nuevas novias no se sentían identificadas del todo con el look de la novia tradicional, con vestido de falda amplia y más pomposo.
A día de hoy, no hace falta darse el 'sí quiero' en un juzgado para casarse con un dos piezas: las camisas y blusas de novia ya fueron un hit nupcial en las colecciones presentadas en Barcelona hace un par de años, y desde el año pasado han evolucionado, absorbiendo las tendencias del prêt-à-porter, acortándose por encima de la cinturilla de la falda a modo de crop-top (o falso crop-top, con un panel de encaje interior que evita que la piel quede al descubierto), o evolucionando hacia los vestidos t-shirt, con camiseta de punto de manga larga combinada con falda princesa, o camisa blanca con cuello en pico, jersey y un cinturón de hebilla, como propone Rosa Clará en su colección 2016.
El top blanco, completamente liso, con tirantes y cuello en 'U', funciona con las faldas caídas sobre la cadera, en tul de una tonalidad diferente -a menudo off-white, si la parte de arriba es blanco nuclear-, o incluso con un toque de color, como una falda estampada o con destellos dorados. El largo: hasta los pies, nada de 'minis'.
Las faldas en este tipo de looks suelen evitar el corte por encima del muslo, excepto si por ejemplo se trata de un minivestido de novia con una cola de tul desmontable, que añade volumen a la parte de atrás del diseño dejando las piernas al descubierto por delante, y que suele quitarse después de la ceremonia. Al margen de la falda desmontable, los dos piezas suelen ser algo más largos, o bien hasta el suelo como hemos dicho, o bien en largo midi, especialmente cuando se trata de una falda lápiz o tipo tubo, o una falda de volantes con chaqueta de encaje como propone Houghton NY.
Las faldas de este estilo tiene la ventaja de poder aprovecharse más a menudo después de la boda incluso a pesar de su color -es más complicado encontrar ocasiones en las que llevar una falda a los pies en color crema que una de corte office-, y funciona lo mismo con una camisa que con un blazer.
'GET THE LOOK': de izquierda a derecha, 1. Falda de color rosa empolvado en capas de tul, con caída en línea 'A' y cola, de Watters (2.273 €). 2. Blazer entallado en color crema y hombros estructurados, de Alexander McQueen. A la venta en Net-A-Porter (1.345 €). 3. Sandalias en piel sintética con plataforma y acabado metalizado en color oro, de H&M (34,99 €). 4. Bolso con apliques de flores en color blanco, de River Island (55 €). 5. Falda bodycon de largo midi, de TFNC para Topshop (34 €). 6. Cazadora blanca con lentejuelas en color plata, de Topshop (89 €).
Elegimos trece pistas nupciales para las novias en dos piezas en la galería de imágenes