Lejos (muy lejos), quedan los días en que los invitados a una boda se planteaban regalar a los novios enseres para la casa: de una plancha a un juego de sábanas, o incluso una cristalería o una cubertería solían ser regalos dentro de los límites de a tradición. Hoy en día, este tipo de regalos tan personales no entran dentro del 'qué regalamos' cuando se recibe la invitación a una ceremonia de boda, ya sea religiosa o civil. Las parejas planifican cada detalle de su vida en común, incluyendo la decoración del hogar, y el hecho de que muchísimas vivan juntas mucho antes de lanzarse a darse el 'si quiero' también deja fuera de juego la opción del regalo clásico.
Las listas de bodas ya se encargaron de desbancar al regalo convencional al popularizarse en los años 90: las listas, que habitualmente se encargan en una misma tienda o grandes almacenes, centralizan todos los regalos en un listado, permitiendo a los novios cambiarlos por otros más costosos o por dinero. Es decir, en realidad, la lista sirve para permitir a los invitados 'dar' dinero a los novios de una manera discreta, listando objetos con una gran diversidad de precios para que cada invitado pueda elegir su aportación dependiendo de sus posibilidades, o simplemente de cuánto quieran regalar.
Con el auge de Internet, las listas en grandes almacenes pasaron a organizarse a través de portales de bodas: Zankyou es uno de los más populares, así como Bodabook; incluso la traicional lista de boda de El Corte Inglés se reconvertiría en BodaMás, con acceso a un gestor online que permite consultar los regalos recibidos o transferir el saldo disponible. Todas ofrecen la opción de 'digitalizar' la boda, algo muy normal hoy en día, incluyendo en su servicio una web para los novios donde compartir detalles de la organización y la propia lista de regalos, el sitting y la organización de las mesas o el control de sus propios gastos. Este tipo de listas de boda facilitan, por ejemplo, la transacción de los regalos en las parejas mixtas, que vienen de distintos países (uno de los motivos que impulsó el nacimiento de Zankyou), integrando sistemas de pago internacionales en diferentes divisas, o permitiendo que el acceso a la lista sea en varios idiomas.
Algunos tips para que la lista de bodas online salga a pedir de boca
- Organízala con tiempo suficiente (debe estar cerrada desde antes de enviar las invitaciones), e incluye regalos en un amplio rango de precios divididos en al menos tres tramos: por ejemplo, por debajo de los 60 €, entre 60 y 150 € y por encima de 150€.
- Incluye, además, más regalos que invitados tenga tu guestlist, para que incluso el último en aportar tenga dónde elegir.
- Y haz saber a tus invitados que tienes una lista de bodas por correo electrónico, con una tarjeta enviada aparte de la invitación, o bien mencionando en la tarjeta un enlace a vuestra web. Intenta evitar mencionar la lista de boda abiertamente en la invitación: no está mal visto, pero existen otras muchas opciones más discretas.
Las listas de boda de este tipo, además, se pueden elaborar de forma temática: si sois una pareja de aventureros, dejad que se refleje en vuestra lista de regalos. Si sois foodies de corazón, o tenéis un hobby fuera de lo común, este pequeño guiño servirá aún más para definiros como pareja.
También son comunes las listas de boda con un fin determinado; una de las más populares es la lista solidaria, que permite combinar regalos convencionales con ONGs, dejando que los invitados decidan si prefieren hacer un regalo o una donación. La opción más generosa es la de desviar el grueso de aportaciones a una causa benéfica de vuestra elección: esta fue la opción de Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo.
Mención aparte merecen las listas de boda orientadas a pagar el viaje de novios: ¿qué mejor regalo que dejar que vuestros invitados se hagan cargo de un masaje en pareja, una jornada de safari o una expedición subacuática? Las listas de este tipo son más interactivas y permiten a los invitados regalar experiencias durante la luna de miel. Este tipo de listas se pueden centralizar a través de un servicio de lista de bodas online, aunque a menudo las propias agencias de viajes disponen de facilidades para hacerlo.