¿Te imaginas celebrar una boda en el jardín? Pero no en el de una finca, sino en el de una casa privada. Las bodas que se celebran en casa son una tradición arraigada en Estados Unidos, desde donde, desde hace años, se exportan gran cantidad de tendencias a todo el mundo y especialmente a Europa. Al otro lado del Atlántico, de hecho, es común organizar bodas low-key, o pot luck, donde el menú del banquete es similar al de de una barbacoa al aire libre. Esta costumbre se ha convertido en tendencia, con alguna variación: en España, por ejemplo, cada vez es más común celebrar bodas muy reducidas, íntimas, con pocos invitados, y en espacios acordes al largo del guest list.
Una de las propuestas más suculentas en este aspecto llega esta temporada de la mano del catering de lujo de Isabel Maestre, Premio Nacional de Gastronomía, y que desde esta primavera ofrece un nuevo emplazamiento en el que disfrutar de su cocina: la casa del dramaturgo español Luis Escobar, marqués de las Marismas del Guadalquivir, director del Teatro María Guerrero de Madrid, y también del Teatro Español, y dueño del Teatro Eslava.
Un chalet señorial ubicado en el Parque del Conde Orgaz, en Madrid, de estilo francés y con amplios espacios -el interior cuenta con un salón-biblioteca que forma un ángulo recto con otra sala desde la que se accede al comedor-, y el regusto de haber sido escenario de la tertulia y la evolución artística española del pasado siglo. Entre sus paredes se conservan entre otras cosas algunos bocetos de Salvador Dalí.
Gastronómicamente hablando, el catering apuesta por la materia prima de temporada, "los productos frescos de kilómetro cero", prestando especial atención a la huerta madrileña, además del pequeño comercio, los mercados de abastos y la ganadería ecológica. La idea de ubicarse en este emplazamiento histórico del centro de Madrid nace con el fin de servir a comensales en comidas y cenas privadas, aunque los espaciosos jardines, nos explican, tienen cabida más que de sobra para la celebración de una boda, dejando eso sí en las manos de los novios los detalles de la organización.
“Ahora se busca la intimidad, la cercanía y el valor de lo auténtico”, explica Isabel Maestre. Por eso, “nos ha parecido una idea estupenda brindar la posibilidad de celebrar sus momentos más especiales en este espacio”. Junto a un menú personalizado, se puede degustar también el que solicitaba siempre el propio Luis Escobar: quenelles de merluza, solomillo a la broche y merengue de frambuesas.
Otros que ponen una especial dedicación en la búsqueda de espacios únicos, exclusivos y personalizados son Les Belles Maisons, que expertos en nuevas tendencias en bodas (entre ellas las que llegan desde Estados Unidos a través de Instagram y otras redes sociales), y que también centran su atención en buscar 'casas particulares para eventos con personalidad'. "Buscamos recuperar la vieja tradición de celebrar 'en casa'", nos explica su fundadora, Blanca López, "porque creemos que las emociones son algo que se vive en privado".
Algunos ejemplos de lo más inspiradores: una elegante y romántica ceremonia al aroma de las rosas en el corazón del jardín botánico del Pazo de La Saleta, en Pontevedra, seguida de una celebración en el Rincón de las Acacias Elata, una singular variedad de flores que florece en verano. Los antiguos establos de Can Morató, en Barcelona, donde se mezclan las lámparas de araña con modernas estructuras de bronce, y desde donde se ve a lo lejos la montaña de Montserrat. O una exótica ceremonia bajo las palmeras de la Huerta del Coto, en Sevilla, disfrutando de la noche estrellada de Andalucía.
¿Cuáles son las ventajas de celebrar una boda íntima, con menos de cien invitados?
"Hablamos de una boda enfocada en el detalle, la personalización y la atención a cada uno de los asistentes". Ajustar el presupuesto de un enlace con 180 invitados a una con sólo ochenta, "significa más y mejor". "Todos los asistentes se convierten en protagonistas".
Una boda íntima supone, además, vivir una experiencia más cercana a los eventos 'en familia'. Eso sí, a la hora de organizar una boda de este tipo, es importante tener en cuenta que, si no se cuenta con un equipo de wedding planners, la búsqueda y contratación de los proveedores corre exclusivamente de nuestra cuenta. "Los proveedores necesarios para una boda en una casa particular son los mismos que si se organiza en una finca", nos explica Blanca. "Hablamos de catering, floristas, músicos, iluminación, decoración... Aunque es cierto que hay algunos proveedores que normalmente se tienen más en cuenta en una casa particular, como por ejemplo, carpas, baños portátiles, iluminadores o generadores eléctricos. También los equipos de montaje específicos, en función del diseño de la boda, como por ejemplo escenarios para música en directo, o actuaciones. Y por último, los seguros específicos para el evento".