El look ninfa sigue estando de moda entre las novias: romántico, etéreo y con un punto naif, este tipo de novias son perfectas para las primeras bodas de la primavera, cuando los días se hacen más largos y las temperaturas más cálidas permiten vestir trajes con tejidos más ligeros, como el chiffon o la gasa de seda, frente a los mikados, las plumas y el otomán de estilo acordonado propios de los trajes de novia de inverno.
Es precisamente este tipo de novia la que suele apostar por un peinado tipo princesa, con una clásica tiara o, la versión más moderna y más cómoda, una diadema con aplicaciones de cristales de Swarovski. Lejos de estar pasada de moda, la tiara de aire princess ha vivido su particular revival en los últimos años, especialmente tras el estreno de 'Grace de Mónaco', el biopic sobre Grace Kelly protagonizado por Nicole Kidman, y para el que Cartier diseñaba una espectacular réplica de unas de las tiaras más bellas de la corte monegasca, con un triple broche en forma de aros de diamantes y rubíes desmontables. La herencia de este tipo de look de aire royal admite diseños de fantasía, muy especialmente con los vestidos de líneas sencillas, los vestidos de novia minimalistas, los de corte imperio o los que huyen de las construcciones armadas, que suelen funcionar mejor con accesorios low-key, que rebajen la pomposidad del vestido en lugar de realzarlo. Es decir: a la hora de elegir un complemento para el cabello de este tipo, lo más importante es buscar el equilibrio.
Delicadas y elegantes, las tiaras de las nuevas colecciones apuestan sobre todo por los looks florales, con detalles de pequeñas hojas y flores que se enredan en el cabello, además de diseños geométricos, más clásicos (y también muy royal), o los más extravagantes, como las figuras en forma de estrella o las que incorporan perlas o piedras preciosas de colores. A pesar de que muchas de estas neo-coronas de novia tienen una tipología similar a la de la diadema -son más planas que antaño y a veces incorporan sujección a la nuca o incluso dos pequeñas peinetas a los lados-, a diferencia de la diadema convencional, la tiara de novia suele estar algo inclinada con respecto al peinado, en un ángulo de unos 45 grados, elevándose ligeramente sobre la línea del pelo. Este tipo de tiaras funcionan tanto con como sin velo de novia, especialmente los de largo intermedio (a partir de los codos y hombros), evitando tanto los muy cortos como los de largo catedral.
A la hora de colocarla correctamente, lo más importante es que esté centrada con respecto a la barbilla y la nariz, para que la joya enmarque la mirada de manera simétrica. El beauty look: desde dejar el cabello suelto en ondas, para las novias de aire boho, hasta los recogidos con trenzas o los peinados con algunos mechones sueltos. Los peinados más pulidos funcionan mejor con joyas planas y con algo de color, además de las de inspiración Gran Gatsby, con aire años 20 y apliques sobre una bandana de terciopelo en lugar de una montura metálica o de platino, o una tiara artesanal con flores de cera.
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