Después de meses de preparativos, planificar todo al detalle, miles de emociones contenidas y a veces (casi siempre), mucho estrés, por fin os habéis dado el 'sí quiero'. Las bodas más grandes, las que conllevan muchas horas de planificación, implican mucho trabajo, que llena cada minuto libre en las agendas de los novios, con un buen número de emociones asociadas. Éstas emociones, en ocasiones, no se liberan hasta una vez superado el día B, dando lugar a un pequeño 'bajón', que no todas las novias -o la parte de la pareja más implicada en los preparativos-, saben identificar correctamente. Hablamos con Teresa Vaquero, psicóloga especialista en terapia de pareja en el Centro de Psicología Clínica y Psicoterapia, de Madrid, para que nos aclare algunas dudas en torno a la 'depresión postboda'.
La 'depresión postboda', ¿existe como tal?
Cada vez se escribe más sobre una forma de reaccionar emocionalmente después de la boda, pero no existen estudios que concluyan que se trata de un síndrome, ni corresponda a un estado depresivo. Lo que sí es cierto que es cada vez es más habitual en las consultas encontrar a mujeres con este tipo de sentimientos de tristeza y malestar el día después de la boda. Pueden estar producidos por la finalización de un período prolongado de estrés por los preparativos y preocupación por que todo salga perfecto. También están las pérdidas naturales que conlleva la boda, especialmente en el caso de que los novios no vivan juntos: salir de casa, perder contacto cotidiano con ciertas personas (como los padres o hermanos), dejar de ser el centro de atención, dejar de tener la agenda llena de cosas que hacer y supervisar... Todo eso son pérdidas a las que es necesario hacer el correspondiente proceso de duelo.
¿Qué factores intervienen en estas emociones negativas?
Relajarse súbitamente después de meses de nervios y preocupaciones, frustración si las expectativas respecto al gran día eran exageradas, falta de alternativas de ocio o entretenimiento, falta de proyectos, ilusiones o metas en las que enfocarse después de la boda
¿Cómo podemos identificarlas correctamente?
Sentir todo eso es normal si aparece en el período de un día a una semana después de la boda. Es el tiempo que necesitan el cuerpo y la cabeza para adaptarse a la nueva situación, y en el que se comprueba que todo continúa bien a pesar de los cambios. Si el malestar continúa más allá de una semana, te bloquea o impide disfrutar de tu marido, de tu luna de miel y de tu vida en general, es importante pedir ayuda.
¿Pueden afectar a la vida en pareja?
Este malestar puede bloquear tu deseo y fastidiarte la luna de miel; también puede hacerte sentir más rara y distante de lo habitual. Si todo esto no lo compartes con tu pareja, es probable que él piense que no eres feliz, o que te arrepientes del paso que acabáis de dar. Desahogarte con él le ayudará a entender qué te está pasando, y podrá ser un gran apoyo para ti si te comprende y mima en estos momentos delicados y seguramente pasajeros. Es importante expresar cómo te sientes, empezando por resaltar lo positivo de estar juntos, y dejando claro que tu malestar no es sinónimo de arrepentimiento ni es responsabilidad suya.
¿Qué tipo de terapia se aconseja si esta tristeza se prolonga más de lo debido?
Terapia cognitivo conductual, para ayudarte a analizar y entender lo que te está pasando, a retomar las riendas de tu vida y la organización de tu tiempo a pesar de los sentimientos de tristeza que te acompañan.
¿Sufren ellos también de este tipo de emociones?
Suele ocurrir en la parte de la pareja que más implicada esté en la preparación del enlace.
¿Por cuánto tiempo pueden prolongarse?
Lo normal es levantarse triste el día después de la boda y estar de 'bajón' un par de días, o que se te pase al montar en el avión camino de tu luna de miel. En este caso la tristeza sería por el estrés y los preparativos. En caso de sentirla al volver de la luna de miel, se asociaría a los cambios de esta etapa. Un tercer caso sería que el malestar continúe o aparezca meses después, y vendría producido por una idealización de la vida de casada o de tu propia pareja, que no es como imaginabas.
Un par de consejos para atravesar esta etapa...
Primero no alarmarse, hablar con tu pareja de lo que sientes, centrarte en tu luna de miel, quedar con amigos, recordar los buenos momentos de la boda, ver las fotos y los vídeos con la gente que te quiere y hacer planes de pareja, que te ayuden en estos primeros momentos de tu vida de casados.