Aunque el solitario siga siendo la estrella entre los anillos de compromiso, no es ni mucho menos la única tipología de joya con la que acompañar nuestra pedida de mano. A menudo coronado por un diamante, o un diamante el talla brillante, el solitario ejemplifica la elegancia de las sortijas de compromiso, especialmente por su sencillez pero sobre todo por su capacidad de combinar con otras joyas, y más concretamente con la alianza de matrimonio.
1. Caress Diamond de De Beers, con un diamante central rodeado de piedras en pavé. 2. Tiffany Flower, de Tiffany, con central con diamantes engastados sobre banda sencilla de oro blanco. 3. Pirouetta, de Kirk Kara, con diamante central de talla redonda. 4. Anillo de compromiso Schlumberger®Buds Ring, de Tiffany, con piedra redonda al centro y pavé de diamantes. 5. Aura, de De Beers, con piedra central tipo pera y halo de diamantes en micropavé.
ero volvamos a la montura: al margen del solitario, las piedras pueden engastarse de otras maneras, por ejemplo, con tres gemas al frente, donde una piedra central está flanqueada por dos menores, y que es la montura inmediatamente posterior al solitario. También la montura pavé, con incrustaciones de gemas rodeando el dedo, a lo largo de la banda de platino u oro. Un engastado muy similar a la banda de diamantes, que protagoniza una hilera de piedras a ambos lados de la gema central, dejando a la vista la banda de platino. El último bestseller en anillos de compromiso: los anillos de fantasía, con varias piedras engastadas a los laterales de la gema principal, casi siempre dando forma a flores de diamantes, o con sendas parejas de piedras en corte baguette.