Novias con aroma propio en el desfile de Jesús Peiró
La firma ha presentado su colección 'Perfume' a colación del lanzamiento de su primera fragancia para novias
Merche Segarra se ha encargado de abrir la segunda jornada de la Barcelona Bridal Week, y lo ha hecho a lo grande: la diseñadora, a cargo de los espectaculares vestidos de novia de Jesús Peiró, aprovechaba su paso por Gaudí Novias para unir dos mundos, el de los trajes de novia y el de las fragancias, presentando el primer perfume de novia de la firma, creado ad hoc para la colección 2015.
Cítricos, caramelo y musk revitalizan a una novia de líneas blandas y suaves, con trajes en bola que parten de la cintura, alternados con cortes a la cadera reforzados mediante pinzados simétricos y looks imperio de estructuras ligeras. Destacan además las piezas de joyería, tanto en forma de accesorios al cuello como de suntuosos bordados, enriqueciendo los tejidos en marfil, off white, té o tiza a base de cabujones en cristal.
Vestidos destacados: el primero y el último, con propuestas diametralmente opuestas, alternando un fourreau de fiesta con capelina bordado íntegramente en paillettes nacaradas, y un espléndido falçon con estrellas en cobre y oro.
Las tendencias: repiten como tendencia imperante en esta bridal week los guantes o mitones para novia, elaborados en tul o encaje -una tendencia rescatada de los desfiles 2014 de Oscar de la Renta-, las americanas tres cuartos (que acercan Barcelona a Nueva York, con una visión cada vez más dividida entre las estaciones de invierno y verano), el crop-top, discreto y casi imperceptible, y las diademas, con dobles tiras en oro anudadas a la nuca con un pequeño lazo.
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Cítricos, caramelo y musk revitalizan a una novia de líneas blandas y suaves, con trajes en bola que parten de la cintura, alternados con cortes a la cadera reforzados mediante pinzados simétricos y looks imperio de estructuras ligeras. Destacan además las piezas de joyería, tanto en forma de accesorios al cuello como de suntuosos bordados, enriqueciendo los tejidos en marfil, off white, té o tiza a base de cabujones en cristal.
Vestidos destacados: el primero y el último, con propuestas diametralmente opuestas, alternando un fourreau de fiesta con capelina bordado íntegramente en paillettes nacaradas, y un espléndido falçon con estrellas en cobre y oro.
Las tendencias: repiten como tendencia imperante en esta bridal week los guantes o mitones para novia, elaborados en tul o encaje -una tendencia rescatada de los desfiles 2014 de Oscar de la Renta-, las americanas tres cuartos (que acercan Barcelona a Nueva York, con una visión cada vez más dividida entre las estaciones de invierno y verano), el crop-top, discreto y casi imperceptible, y las diademas, con dobles tiras en oro anudadas a la nuca con un pequeño lazo.