Con cara de estupor se quedaron los asistentes a la noche benéfica organizada por Hawley Arms en un pub de Londres, cuando vieron subir al escenario a un artista inesperado. Amy Winehouse había sido invitada a la cita pero no figuraba en el programa de actuaciones y lo que es más no se había puesto delante de un micrófono en los últimos dos años. Sin embargo, tal y como ha contado la organizadora, Izzy Lawrence, fue ella misma la que se propuso como plato fuerte de la noche. “Amy me susurró sé que no estoy en el programa pero ¿te importa que toque? Obviamente no iba a decir que no, así que se levantó y tocó. Fue increíble” contó.
En el improvisado repertorio, ¿o no lo fue tanto?, la artista interpretó algunas canciones inéditas que hicieron las delicias del público. “Fue un poco funky, muy soul. Si esas canciones están en el nuevo álbum, va a ser estupendo” aseguró Lawrence. Y es que el nuevo trabajo de Amy levanta una expectación máxima porque está tardando más de lo previsto en salir al mercado y no se sabe qué sorpresas deparará.
Pero si su vida profesional es de las más comentadas, su vida personal no se queda atrás. Su reciente separación del cineasta Reg Traviss, con quien parecía haber encontrado una cierta estabilidad, y sus adicciones, de las que ha dicho estar totalmente recuperada, han sido durante estos meses el foco de atención. Tal vez su nuevo disco sea capaz de eclipsar su polémico comportamiento.