Inventado para responder al vertiginoso ritmo de vida que tomaron las grandes ciudades después de la revolución industrial, tal vez el bolso Speedy, de Louis Vuitton, sea más actual que cualquier novedad vista en las últimas pasarelas. A sus 93 años de edad, puede presunir de haber sido ensanchado, amplificado, adornado con grafitis o pintado de colores, todo ello mientras colgaba de las manos de clientas tan dispares (pero igual de glamourosas) como Audrey Hepburn, Paris Hilton o Catherine Deneuve. El tiempo le ha dado la razón a este complemento todoterreno, reconocido emblema del más alto lujo, y la casa francesa sigue enamorando a distintas generaciones de mujeres con versiones renovadas de su best seller. ¿Quieres conocerlas?
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Cómo nació el icono
El Speedy se lanzó en 1930 bajo el nombre de Express a raíz de la necesidad de tener una bolsa de viaje más pequeña en el catálogo, que pudiera incluso servir para el día a día. Introducido inicialmente como una versión 'mini' del Keepall, con una dimensión de 30 centímetros de ancho, este conservó detalles originales del mencionado predecesor, como el candado lateral. Fue rebautizado como guiño al acelerado ritmo de vida que comenzó a llevar la sociedad, que ahora se transportaba en coches o aviones.
El comienzo de una era para la mujer moderna
Eso sí, el Speedy 30 no fue el primer bolso concebido para el día a día, solo el primero en venderse al público general. Y es que tan solo cinco años antes, Georges Vuitton, hijo del fundador, había creado un bolso con forma de domo únicamente para Gabrielle Chanel. El que recibió el nombre de Squire y después pasaría a llamarse Alma (actualmente un superventas) solo se lanzó con permiso de la diseñadora en 1934. En la década de los 40, Louis Vuitton se consolidó como la firma de bolsos de diario por excelencia.
Un pionero del prêt-à-porter
Lo que quizá no sabías es que el primer Speedy estaba confeccionado en un lienzo liso, del mismo modo que nacieron muchos de los bolsos pioneros de la casa, pero poco después fue reimaginado con su lona Monogram. Este logotipo insignia fue registrado como diseño en 1897, lo que permitió a Vuitton huir de los estampados convencionales para distinguirse en el mercado de los complementos de lujo (que comenzaba a crecer), además de declarar la guerra a las imitaciones con un motivo distintivo, por entonces difícil de replicar.
El bolso porta-todo que nos encantaría heredar
La forma del Speedy es un recordatorio de los orígenes trotamundos de la marca. Recordemos que el propio Louis Vuitton llegó a ser proveedor de equipaje de la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, clienta crucial para su desarrollo comercial. Y todo ello se debe a este diseño innovador, que resulta a su vez eterno. Está confeccionado en una lona duradera e impermeable con cómodas asas de estilo Toron (del latín "pequeño cabo") cosidas a mano y detalles en cuero teñido de forma natural que adquiere con el tiempo una delicada pátina color ámbar profundo.
Se popularizó por el 'efecto Audrey'
En 1965, Audrey Hepburn solicitó a Louis Vuitton que hiciese para ella una versión más pequeña del bolso, que por entonces solo estaba disponible en las medidas de 30, 35 y 40 centímetros. Dado el éxito del que gozaba la oscarizada actriz, que además llevó equipaje de la casa francesa en películas como Ariane (1957) y Charada (1963), los artesanos se pusieron manos a la obra para idear el Speedy 25. Pronto, el furor por este práctico modelo porta-todo alcanzaría a otros referentes de elegancia, como Sofia Loren o Catherine Deneuve.
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Colaboraciones míticas con artistas
Durante siete décadas, el Speedy se mantuvo intacto, un símbolo atemporal del legado de esta casa centenaria. Pero el nuevo milenio trajo consigo una etapa renovada para Louis Vuitton: toda experta conoce el impacto de sus colaboraciones con artistas. Takashi Murakami, por ejemplo, incorporó al monograma 33 colores diferentes para enamorar a Paris Hilton y otras divas Y2K, y ahora las referentes de la generación Z se hacen con estos modelos de coleccionista exclusivos.
El más vendido en las tiendas de moda vintage
Estos bolsos alterados ahora se venden por el triple de su precio original en plataformas de segunda mano. De hecho, el producto más buscado en plataformas de segunda mano como Vestiaire Collective es el Speedy, de acuerdo con Sophie Hersan, directora del portal. Solo nos hace falta una búsqueda rápida para confirmar que el bolso Graffiti Speedy, fruto de la primera alianza con Stephen Sprouse (Primavera/Verano 2001), ahora roza los 5.000 euros. En la imagen: el Speedy Painted Dots, de la última colaboración de Louis Vuitton con la japonesa Yayoi Kusama.
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En constante evolución
En línea con la filosofía de su fundador, el universo de bolsos de Louis Vuitton no para de expandirse, sino que está en constante evolución. De cara al desfile Otoño/Invierno 2023, Nicolas Ghesquière, director creativo de moda femenina, trabajó en conjunto con el sevillano Johnny Coca, encargado de los departamentos de marroquinería y accesorios de mujer, para diseñar el Speedy Trunk Monogram, una reinterpretación que exhibe los códigos característicos de los baúles de la marca, como los refuerzos Lozine y las esquinas metálicas.