Con los años, el estilo va cambiando, y aunque hay estrellas de la gran pantalla como Gwyneth Paltrow, Nicole Kidman o Julia Roberts llevan años manteniéndose fieles a su gusto personal, otras, con el paso del tiempo, han preferido salir de su zona de confort y atreverse a experimentar. Es el caso de Demi Moore, cuyas apariciones en la alfombra roja o eventos han ido mostrándonos diferentes facetas de la actriz. La intérprete ha pasado a convertirse en una de las estrellas más cañeras, algo que consigue manteniendo la mira puesta en las tendencias... y rompiendo de vez en cuando alguna regla (demasiado) clásica de estilo. ¿Por ejemplo? Que las minifaldas no son elegantes ni una prenda para mayores de 30. Y es que la actriz, quien se siente mucho más segura que hace diez años, luce mejor que nunca el largo mini a sus 56 años. Para lograrlo, tiene un truco: combinarlo con mangas y cuellos cerrados.
2019: Falso collar
Este miércoles, Demi demostró que, su nueva predilección siempre es un acierto. En la premier de 'Corporate Animals' en Los Angeles llevó un minivestido con sandalias que potenciaba su figura. Además, consciente de que el punto fuerte del diseño sería el 'efecto pierna infinita', se aseguró de que el escote fuera cerrado para un look muy equilibrado y así eligió este diseño con un cuello alto dorado que se asemejaba a una gargantilla.