Si algo está claro es que no hay verano sin bañador, vestido corto ni, sobre todo y especialmente, sin gafas de sol. Uno de esos accesorios que ya se erige como imprescindible, que incluso está presente en invierno, saliendo a escena en contadas ocasiones, pero siempre escondidas en un hueco recóndito de nuestro bolso por si acaso. No hay día que no nos acompañen, pero ahora, su presencia e implicación en nuestros looks no tienen precendente. Cobran tal importancia en ellos, que se convierten en una de las claves fundamentales de cada uno, reclamando su sitio al mismo nivel que nuestro bolso o zapatos, lo que invita a hacer necesaria la búsqueda y elección de un modelo para cada ocasión.
Cat eye, tiny glasses, redondas, geométricas, de montura carey o de inspiración futurista, las nuevas tendencias de la temporada se reinventan a sí mismas dejando a un lado sus versiones más clásicas, con nuevos colores, estampados, formas y detalles. Todo abriendo un abanico de posibilidades que no sólo reconstruye de arriba abajo nuestra colección de gafas de sol, como prueban estas opciones de Uterqüe, sino que pone en jaque a accesorios como collares y pendientes que ya no tienen cabida a su lado.