En cuestión de belleza a Selena Gómez ninguna tendencia se le resiste: flequillo, el long bob, larga melena e incluso con el nirvana blonde, el rubio que le duró 48 días. Pero en cuestión de moda, la artista es más práctica que seguidora de las tendencias. No es la primera vez que comprobamos cómo recicla un básico cuando se siente cómoda o favorecida. Al igual que ocurrió con el Petit Boîte Chapeau Monogram’ de Louis Vuitton (el bolsito redondo de la temporada) o su cazadora vaquera, Selena tiene debilidad por los vestidos de flores. En concreto por los de corte midi. Ya sea para asistir a un evento o para ir de shopping, ha encontrado en los diseños estampados su mejor aliado.
Esta temporada se han visto sobre las pasarelas en todas las formas y colores, desde los vestidos de Giambattista Valli o Coach para la temporada de primavera-verano, a los cinturones de Delpozo inspirados en los nenúfares que propone para el próximo invierno. La actriz ha aprendido a combinarlos con accesorios y estilismos beauty muy diferentes para no caer en la monotonía y tener un look recurrente esos días en los que una no sabe qué ponerse.