La referencia estética la encontramos en aquellos maravillosos años 90. Kate Moss, casi recién descubierta, posaba con unos sencillos vaqueros y nada más en la campaña más famosa de la década, la de Calvin Klein. Ella hizo que los jeans y las camisetas básicas fueran, de pronto, prendas deseadas. Tan contrarias al brillo de los 80, el minimalismo estaba llamado a ser la gran tendencia.