La semana pasada, la heredera al trono Sueco viajó a Nueva York para asistir a distintos actos como embajadora de la ONU. Allí, sorprendió con un vestido de espíritu retro que combinaba un cuerpo de rayas con una falda tipo pareo en color fucsia. Si echamos la vista atrás y nos trasladamos al año 1984, comprobaremos que este diseño perteneció a su madre, la reina Silvia, y lo llevó para un posado familiar en palacio.