La duquesa de Cambridge lo llevó durante su viaje oficial a Canadá, pero en color verde botella y con botones dorados. Lo combinó con un bolso de mano nude y unos salones a juego de L.K.Bennett, a diferencia de Lady Kitty Spencer, que prefirió unas sandalias con detalles en el empeine y un clutch rígido de flores. El vestido está disponible en ambos colores en la web de Net-a-Porter por 1.950 €.