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Sofisticado, luminoso, minimalista e infalible. El blanco conquista la primavera-verano y Olivia Palermo tiene la clave del éxito: llevarlo en forma de ‘total look’.

 

Sin duda alguna, cada primavera-verano el color blanco se posiciona como la tonalidad estrella de la temporada, siempre en cabeza por méritos propios. Y es que, tras el primer baño de sol del año, no existe color que resalte el bronceado de forma tan sutil y natural como él. Tal vez por eso mismo, una hipérbole de estilo como Olivia Palermo ha hecho de esta tonalidad la artífice de los total looks más deslumbrantes de la estación. La socialité norteamericana te asegura que podrás vestir de blanco de la noche a la mañana, articulando los estilismos playeros más refrescantes, sugerentes working looks y combinaciones que te convertirán en la invitada perfecta.

¿Buscas hacer de él tu mejor aliado diurno y nocturno? Pues no pierdas detalle, porque Olivia tiene todas las claves en forma de 9 estilismos que (irremediablemente) querrás copiar, ¡te lo garantizamos!

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¡BLANCO A BORDO!

Os lo advertimos, la socialité norteamericana debe de atesorar todos los vestidos blancos de escote bardot que existen en el mundo dentro de su armario. En esta ocasión se trataba de un modelo firmado por Tory Burch con escote engomado rematado por un micro-volante y cuerpo combinado con paneles de crochet. Un look estival tan refrescante y atractivo se merecía un complemento de excepción, ideal además para los días de sol, un sombrero de paja de estilo floppy —no sabemos si tan acertado y cómodo para una travesía en barco—.

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EL REY DE LA PLAYA

Si te vas de vacaciones, ¡necesitarás uno de éstos en tu maleta! En su última escapada a playas paradisíacas junto a su marido Johannes Huebl, Olivia Palermo no dudó incluir entre su equipaje —numeroso, seguramente— un vestido off the shoulders blanco al más puro estilo ibicenco. Claramente, este escote es uno de los favoritos de socialité, quien no titubea a la hora de presumir de hombros siempre que tiene ocasión. El blanco siempre es una opción estival literalmente brillante, sobre todo si es en forma de mini-vestidos de crochet o de intrincados estampados que desdibujan la piel.

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SOFISTICADA BOHEMIA

Olivia Palermo no se caracteriza precisamente por tener un espíritu bohemio y desenfadado, sino más bien por estilismos controlados al milímetro, elegantes e híper-sofisticados. Eso sí, en medio de todo ese elenco de prendas más regio, la vimos a pie de playa con una de las prendas boho más socorridas del verano: el mini-vestido de estilo artesanal. Los hombros al descubierto, enmarcados por una puntilla que recorre todo el escote, vuelven a convertirse en los auténticos protagonistas y su color ayuda a resaltar su incipiente bronceado. Y es que, otra cosa no, pero incluso para triunfar con un atuendo playero no hay como dejarse llevar por el blanco nuclear.

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UNIENDO PIEZAS

Un nuevo estilismo de color blanco, pero en esta ocasión compuesto por tres piezas. Olivia Palermo asistía al estreno de la película Girl Most Likely enfundada en una camisa blanca de encaje con cuello Peter Pan y botonadura delantera a la vista, sobre una minifalda fluida y un top de tirantes spahetti, todo ello perteneciente a la firma Elise Berger. A la hora de escoger los complementos, se decantaba por unas sandalias abotinadas en color nude, de Aquazzura, y un clutch rígido de su firma low-cost fetiche: Zara.

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IMBATIBLE CAMISERO

El vestido camisero se cuela dentro de ese selecto grupo de básicos atemporales que atesoramos en nuestro armario —justo al lado del blazer y de los pantalones negros—, una prenda todoterreno que, temporada tras temporada, se adueña de nuestro vestidor apelando a la comodidad, la funcionalidad y la sencillez. Todas estas características fueron las que convencieron a Olivia Palermo, a quien vemos en esta imagen con un modelo fluido con bajo asimétrico, al que incorporó un cinturón para marcar su talle. En cuanto a los accesorios, se decantó por unas sandalias nude, de Aquazzura, un bolso de rafia con nudos y borlas, collares al cuello y gafas con montura carey.

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LA ECUACIÓN PERFECTA

Sencillos a priori, pero arriesgados al uso. Los total looks se han convertido en la tendencia por excelencia de la temporada, configurando los estilismos más pulcros y minimalistas de esta primavera-verano. ¿Su requisito fundamental? Consagrarse a una única tonalidad, sea cual sea la elegida, sin que ninguna otra pueda entrar en juego. Pues bien, dentro de los looks monocromáticos, Olivia Palermo no duda hacer del color blanco su apuesta rotunda y su fórmula del éxito. En esta ocasión, la socialité configuraba un estilismo de lo más inspirador que perfectamente podríamos incluir entre nuestros working looks. El conjunto estaba compuesto por una camiseta de algodón básica en blanco, una falda midi perforada con aberturas, de Tularosa, sandalias con múltiples tiras en cámel y unas gafas efecto espejo firmadas por Fendi.

 

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EL ALIADO MÁS SENCILLO

¿Cómo vestir de blanco de pies a cabeza sin tener que unir las prendas a modo de puzle ni sucumbir en el intento? Pues es sencillo, no hay mejor solución que optar por un mono. A medio camino entre el vestido largo y el traje, el mono blanco se nos antoja un básico que no puede faltar en todo menú estival que se precie. Su caída y sus cortes estratégicos hacen de él una prenda fresca y muy sexy con la que sorprender en una cita importante. Olivia Palermo se decidirá en concreto por un modelo cut-out y escote halter, de Lovers + Friends, conjugado con unas sandalias imponentes, de Francesco Russo, y sus inseparables gafas de sol firmadas por Dior.

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PLISADO, POR FAVOR

Volantes, plisados y transparencias son capaces de cargar un estilismo de sensualidad, volumen y movimiento, algo que a Olivia Palermo le favorece sobremanera, tendiendo en cuenta que su silueta rectangular —no es una mujer curvilínea, por lo que su talle no se marca demasiado— pide vestidos que se despeguen de su cadera dando la sensación de una figura con más curvas. En esta ocasión, la socialité apostaba por un vestido plisado de tirantes spaghetti, con largo midi y escote en V, firmado por Self-Portrait. Olivia ponía la guinda a su look con unas sandalias minimalistas y un pañuelo estampado de inspiración 70’s rodeando su cuello, sin duda uno de sus últimos accesorios fetiche.

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UNA INVITADA DESLUMBRANTE

El blanco no está únicamente reservado para las nupcias, y es que la invitada perfecta puede apostar por esta tonalidad nívea para brillar con luz propia —eso sí, mejor evitarlo en una boda si no quieres tener problemas con la novia—. En esta ocasión, Olivia se decidía por un vestido en el que el juego de texturas y el movimiento de sus flecos eran los auténticos artífices del look. Este modelo de encaje blanco, con cuello alto y falda desflecada estaba acuñado por Alessandra Rich. En cuanto a los complementos, los elegidos serían unas sandalias-joya en nude, fruto de su colaboración con la firma Aquazzura y un clutch rígido, de Nathalie Trad.

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