Un rasgo característico de la moda tween de los 80 y 90 fueron los logos XL. La logomanía arrasaba entonces, en parte impulsada por la era de las supermodelos, cuando los monogramas de las firmas aparecían lo mismo en la hebilla de un cinturón que bordados en una chaqueta bomber, y nombres como los de Naomi o Claudia se encargaban de hacer el resto. De Moschino a Versace, pocas firmas se han resistido a convertir sus prendas en objetos de branding.
El hecho de que hoy volvamos a caer en las 'garras' de esta tendencia tiene mucho que ver con la regresión al pasado que hemos vivido en las últimas temporadas: lo que se lleva, más que nada, es rebuscar prendas olvidadas en el armario. La logomanía resulta curiosa a ojos de los no-entendidos en moda porque por sí un logo no sólo resulta complicado de combinar: a veces cuesta incluso que entre por los ojos. Vamos a ver la manera en que las insiders han llevado esta moda a la fashion week, empezando por...
EL ESTAMPADO MULTICOLOR de Mira Duma en esta sencilla camiseta blanca de Google con pantalón recto desfilado en el bajo.