,type=downsize)
Con cenefas, la más clásica y la de auténtica cowgirl, la bandana ha vuelto para quedarse, en la muñeca, en el cuello o anudada como una diadema.
La ultimísima versión del pantalón baggy nos llegaba esta temporada gracias a estos pantalones, inspirados en la forma de una bolsa de papel cuando se cierra: es decir, subidos en la cintura y ceñidos a la misma formando pliegues, abriéndose ligeramente en las caderas. Funcionan de diez con crop-tops y camisetas ajustadas, porque compensan la silueta algo más amplia del tren inferior.
LA CAMISETA ROCKERA
Gigi Hadid con una camiseta de los Grateful Dead. O de Metallica. O de AC/DC. Kendall Jenner, fan de Slayer. Y Carlota Casiraghi proclamando a los cuatro vientos su amor por Los Ramones. Si estabas esperando la mejor oportunidad para lucir tu colección de camisetas de conciertos en la oficina o en la disco, esta es la tuya: 2016 parece ser el año en el que las celebs han llevado la música a la moda en forma de t shirts rockeras. Y cuanto más heavy metal, mejor.
Osease, todas las prendas en punto de red, tanto vestidos como tops con paneles de rejilla. Son una variante súper sexy y femenina del crochet, especialmente si apuestas por el todo al black, como Miranda Kerr, con pantalones de piel con cremalleras verticales en los tobillos y botines a juego.
Con tiro alto, tobillos al aire, y pata campana... así es la variante más peculiar del vaquero (con permiso de los vaqueros reciclados), que comenzó a ponerse de moda en primavera y ha cogido aún más fuerza en verano.
EL VESTIDO 'SLIP' DE LOS 90
Un tipo de vestido tan simple que bien podría considerarse una pieza de lencería, si no fuera porque se lleva por fuera. Es de tirantes, cae sobre el cuerpo como un suspiro y prácticamente no tiene más adornos que la propia consistencia del tejido, como este metalizado que lleva Alexa Chung.
O sea, aparecer en el lugar más inesperado (como por ejemplo la oficina) con ropa de gimnasio. Bien porque te llevas los leggings y deportivas a todas partes, como Gigi Hadid, bien porque apuestas por alguna de las prendas creadas a propósito de esta tendencia, como los pantalones tipo chándal de vestir o las sudaderas de neopreno con encaje.
O body de estilo lace-up, con cordones que se cruzan al frente cerrando un escotazo de vértigo. Lo puso en órbita Chiara Ferragni hace un año, y parece que ha cogido tracción en los últimos meses, porque no hay celeb que se precie que no tenga uno en su armario. El de color negro, el original diseñado por Alexander Wang, funciona especialmente bien con prendas vaqueras, aunque puedes encontrar este tipo de cierre en camisas y blusas veraniegas, y también en su versión low-cost (H&M ya ha sacado varias tiradas de una prenda parecida).
Dulce y encantador, como Kate Bosworth; súper sexy y sin nada debajo como Heidi Klum; o práctico pero entallado, como Taylor Swift. Es el peto vaquero, la prenda más cómoda de la temporada y una de las grandes sorpresas de 2016, que recupera este clásico más cercano a una prenda de trabajo que a un look de pasarela, y le insufla un aire nuevo gracias a cortes que se ajustan a cada curva, siluetas que cambian combinando cinturas entalladas con pata ancha y bolsillos estratégicos que favorecen la silueta.
Si hay una tendencia sobre la que han corrido ríos de tinta este verano ese el escote de hombros descubiertos o escote Bardot (ya sabes, por Brigitte Bardot), al que se han apuntado el 100% de las celebs que han pisado la calle en algún momento. Es decir: todas. Blake Lively es una de ellas y la que mejor partido le saca, luciendo hombros y tripita premamá con este vestido elástico bodycon en azul eléctrico, con una pequeña abertura bajo el escotem de Cushnie et Ochs; el escote Bardot es multitarea, y puede aparecer lo mismo en tops, que en vestidos sueltos, blusas e incluso bañadores.
Una tendencia noventera que recicla los colores de labios súper oscuros y los actualiza con un efecto en degradé, que mezcla varias barras de labios en un mismo look, dejando la tonalidad más oscura por fuera, cerca del contorno del labio, y la más clara en el centro. Valen los colores como el negro, el burdeos y el mora.
La vuelta de la gargantilla ha sido uno de los grandes comebacks de 2016: desde la de tipo tatuaje, como las que llevaban las adolescentes de los 90, hasta las súper joyas de diamantes y los collares rígidos de metal que se cierran en torno al cuello. Cuando más pegados, mejor. Por algo en los años 40 los llamaban 'collares de perro'.
Fue el primer zapato-it de 2016 y eso que nos resulta imposible imaginarnos calzando este zapato apuntado con talón descubierto en pleno mes de febrero. Aún así, alguna que otra bloguera se atrevió con las babuchas en la semana de la moda; la babucha ganadora: un diseño de Celine con una súper hebilla sobre el empeine, y que recuerdan un poco a los zapatos de la bruja mala del Oeste en 'El Mago de Oz'.
O sea, un tacón bajito, moderado, y a poder ser en bloque; los kitten heels comenzaron a ponerse de moda el año pasado, cuando Chanel calzó a todas las modelos de su desfile otoño-invierno 2015-2016 con una versión del slingback en negro y nude diseñado por Coco Chanel.
Siete colores, un único look. Fichamos esta tendencia por primera vez en el mes de marzo, después de que Chiara Ferragni insistiese varias veces con ella, y hoy por hoy podemos encontrarla fácilmente en el low-cost, en forma de jerséis de punto en negro con bandas de colores cruzadas en el pecho. Un estilo muy seventies que queda ideal con vaqueros campana.
O 'vaqueros-Frankenstein'. Son una moda casi exclusiva del verano, aunque alguna insider ya la adelantó en las semanas de la moda de febrero y del otoño pasado: consiste en reciclar varios vaqueros viejos en uno sólo, con acabados irregulares en los bajos y efecto patchwork en la pernera. Hay algunas firmas que se dedican sólo a este tipo de upcycling, como por ejemplo RE/DONE, aunque los preferidos por las fashionistas son los de Vetements.
