Olivia Palermo conquistó las calles neoyorquinas con un working look magistral protagonizado por un vestido camisero con detalle volado, sobre el que anudó una camisa a la altura de la cadera. Aderezando el conjunto, la socialité se decantó por sus inseparables sandalias abotinadas, de Aquazzura; gafas espejadas, de Westward Leaning; y bolso de mano firmado por Paula Cademartori.