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Puede que el lujo silencioso haya desplazado al estilo Y2K en los catálogos de moda, pero otra corriente parece asomarse entre tanta microtendencia para hacerle la competencia al minimalismo, al menos durante el invierno. Si antes basábamos nuestros looks en los últimos posados de Sofia Richie, ahora nos fijamos en icónicos personajes de la gran pantalla, las contrapartes femeninas de los gánsteres italoamericanos: Carmela Soprano, de Los Soprano; Elvira Hancock, de Scarface, o Karen Hill, de Goodfellas. ¿Adivinaste de qué corriente estamos hablando? Con sus imponentes abrigos de pelo, complementos exagerados y una preferencia por el estampado de leopardo, se trata de la estética Mob Wife.
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Qué es la estética Mob Wife: abrigos de pelo y mucho glamour italiano
Tal como vaticinaba el informe de Pinterest sobre las tendencias que arrasarían en 2024, estamos viviendo la resurrección del "más es más" en lo que respecta a joyería, pero esto no se traduce en un idilio continuado con los excesos de la moda Y2K sino todo lo contrario. Estamos buscando el glamour en nuevas representaciones y prueba de ello es que el hashtag #mobwifewinter esté acumulando más de más de 30 millones de visualizaciones en Tik Tok para el momento en que se escriben estas líneas.
Se refiere a la estética propia de las esposas de los mafiosos entre las décadas de los 60 y los 80, un estilo que fue plasmado a la perfección en el cine por Martin Scorssese o Brian de Palma y que se caracteriza por la opulencia de los abrigos de pelo, accesorios dorados y peinados recogidos 'a la italiana'.
- Abrigos cargados de personalidad para combinar con tus básicos
Del mismo modo que ha subido la popularidad de las cazadoras de cuero, sobre todo en su formato motero, las pasarelas para la temporada Otoño/Invierno 2023-2024 adelantan un auge en el uso de las prendas de pelos. De acuerdo con la plataforma databutmakeitfashion, que publica los resultados de sus análisis en redes sociales, la presencia de estos productos en las grandes colecciones ha aumentado un 256% con respecto al año anterior, una cifra contundente que confirma la omnipresencia de la piel -sea orgánica o sintética- en los catálogos de moda este próximo invierno.
De octubre a noviembre del pasado año, vimos cómo se cuadriplicaba la demanda por los fur coats, un ritmo que no habíamos visto en períodos anteriores. De hecho, la regla general era, más bien, posicionarse en contra de la producción de estos artículos, aunque el mercado de segunda mano ha posibilitado el acceso a reliquias del pasado para el disfrute de nuevas generaciones.
¿Te atreves con el estampado de leopardo?
Saint Laurent, Ferragamo, Gucci, Alberta Ferretti... las firmas de lujo más importantes lo adelantaron en sus desfiles y, vistos los datos, podríamos nombrar decenas de chicas de moda que se están apostando por la dramática imagen de la mafiosa en sus últimas salidas con amigas, como la danesa Emili Sindlev. Ellas también han sucumbido al furor por los abrigos de pelo, el mismo formato glamuroso que se usaba décadas atrás, desde hace siglos, para proteger al cuerpo del frío. Muchas de nosotras incluso hemos llegado a heredar este tipo de prendas de nuestras abuelas, así que no podemos hablar de un descubrimiento por parte de la generación Z, aunque la perspectiva con la cual las llevamos sí que ha cambiado con los años.
Con la polémica de la piel como material puesta sobre la mesa, (nos referimos al eterno debate sobre si es mejor comprar fibras sintéticas o de origen animal) ha crecido inevitablemente el interés por los animal prints, y especialmente por el de leopardo, un patrón que trae divididas a las expertas en moda desde que tenemos memoria, pero que siempre ha sido adorado por las auténticas mob wives.
Aun así, existen alternativas en cuero con cuello de pelo, como el que luce Emily Ratajkowski, que recuerdan a los diseños triunfadores del Nueva York de los años 70, un período en el que la mafia estaba desatada por la ciudad de los rascacielos y sus mujeres, adornadas cual árbol de Navidad con sus pendientes y anillos de oro, eran las más fabulosas.