Kate Moss cumple 50 años: repasamos la carrera de la supermodelo más rebelde de los 90

Rebelde, divertida, irónica y polifácetica. Con unos inicios complicados debido a su imagen -muy delgada y no muy alta para las pasarelas- los críticos bautizaron a la británica como la antisupermodelo. Sin embargo, poco a poco y gracias también a estas diferencias, Kate Moss consiguió un hueco privilegiado en el mundo de la moda, llegando a convertirse en todo un icono que hoy está de enhorabuena.

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Una fecha muy especial

Este 16 de enero de 2024 la top británica cumple 50 años. Una señalada fecha con la que acumula ya varias décadas de éxitos y hechos significativos que han contribuido a transformar de manera significativa tendencias y pasarelas a lo largo de los años.

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Una carrera como modelo que comenzó de manera sencilla

Hija de Linda Rosina y Peter Edward Moss, Catherine Ann 'Kate' Moss nació el 14 de enero de 1974 en Croydon, Greater London (Inglaterra). Desde muy pequeña su rostro impactaba por su picara mirada y desparpajo ante la cámara. No es de extrañar que, en 1988 con tan solo 14 años, la fundadora de la agencia Storm Model Management, Sarah Doukas, viera en ella a una futura modelo. El encuentro fue casual en el aeropuerto de JFK (Nueva York), donde Kate se encontraba tras volver de vacaciones en Bahamas.

Ella era diferente: muy delgada y no muy alta -no supera el 1,70 metro de altura-. Sin embargo, Sarah quiso darle una oportunidad acabaría por convertirla en una de las modelos más relevantes de los 90.

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La rebelde de los noventa

Su auge coincidió con la plena revolución de las supermodelos, en la que la mayoría de mujeres tenían cuerpos curvilíneos y gran altura (como Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Linda Evangelista o Helena Christensen). Kate cumpliría el papel de la antisupermodelo, aunque pronto llegó a ser una más y sin perder su sello personal.

Firmas como Versace, Calvin Klein o Gucci le ofrecieron el empujón necesario sucumbidos a su bello rostro aniñado y sus dotes encima de la pasarela.

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El nacimiento de una prenda icónica

Corría el año 1993 cuando Kate Moss acaparaba todas las miradas durante una fiesta de la agencia de modelos Elite, en la que aparecía con aquel transparentísimo vestido plateado que dejaba poco (o nada) a la imaginación. Con unas braguitas negras como único complemento, la modelo sentaba cátedra en lo que a naked dresses se refiere: una tendencia que acabaría por ser una de las más populares incluso a día de hoy (vistas en artistas como Rosalía o su propia hija, Lila)

Eso sí, ella no era del todo consciente de ello, según revelaría más tarde: "fue la primera vez que de verdad me persiguieron los paparazzis. No tenía ni idea de por qué todo el mundo estaba tan emocionado, ¡en la oscuridad del apartamento el vestido no era transparente!"

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Romances muy mediáticos

Su vida privada tampoco ha quedado apartada de los flashes. Su noviazgo de juventud con el actor Johnny Depp, con quien llegó a comprometerse, hizo correr ríos de tinta, ya que fueron una de las parejas de los noventa más mediáticas (rompieron en 1998).

Durante estos años, vivió una etapa de su vida llena de excesos y polémicas que hicieron que su carrera se tambaleara. Muchas firmas pusieron fin a sus contratos con la modelo, aunque otras la apoyaron en todo momento. Ella pidió perdón y entró en un centro de rehabilitación. Meses después, su potencial la llevó a retomar con éxito las riendas de su carrera profesional. 

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Grandes amigos dentro de la industria

Su abierta y simpática personalidad le ha llevado a ser una de las más queridas no sólo entre por los diseñadores sino también entre sus compañeras. Y, de ellas, con la que ha demostrado una mayor complicidad siempre ha sido con la británica Naomi Campbell. Moss se convirtió en mejor amiga de la también estrella británica, convirtiendo a las supermodelos más rentables de la época, las llamadas 'Cinco Grandes', en las 'Seis Grandes'.

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Una carrera llena de éxitos

La moda se rindió ante Kate Moss, convirtiéndola en todo un icono y haciendo que su currículum sea de lo más extenso con trabajos para firmas como L'Oréal Paris, Rimmel, Roberto Cavalli o Longchamp, entre otras. No tardaron en llegar premios para festejar sus éxitos. En 1995 (en la imagen), fue galardonada como mejor modelo en los prestigiosos galardones VH1. ¿Otras distinciones? Por ejemplo, recibió un British Fashion Award 2013 en reconocimiento a toda su carrera y un Oscar de la moda (o CFDA Fashion Awards) en 2015 como icono de moda. 

Además de estos galardones por su faceta como modelo, Kate Moss también ha probado suerte como diseñadora.

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Referente del indie sleaze

Sus apariciones en el empapado festival de Glastonbury en el Reino Unido en 2005 iniciaron tendencias: su habilidad para hacer que botas de lluvia embarradas hasta las rodillas funcionaran con un minivestido dorado ultracorto generó una tendencia de vestir para festivales que duró décadas antes de volverse viral en redes sociales años más tarde.

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Su hija Lila, su mejor legado

Kate Moss y su hija, fruto de su relación con el editor de moda Jefferson Hack (2001-2004) llevaron un look que se complemento a la perfección en la Met Gala 2023 con el tema "Karl Lagerfeld: A Line of Beauty". 

El look de Fendi de Kate compuesto por seda de color rosa suave, presentaba encaje alrededor de los bordes y los lados, así como mangas desmontables. Y el de Lila, perteneciente a la firma de Karl Lagerfeld, estaba hecho de plumas de marabú. También presentaba un corpiño transparente y brillante en el centro.

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Su buena relación con los diseñadores

Fue 2009 cuando Kate Moss acaparó toda la atención en la Gala MET con un corto vestido metálico y un turbante a juego, subiendo las escaleras del Museo Metropolitano de Nueva York acompañada de su modisto de cabecera y creador de su look: Marc Jacobs. 

La temática de 2009 fue 'The Model As Muse: Embodying Fashion' y nadie mejor que Kate Moss, la modelo y musa del momento, podía representar el papel en aquella gala. 

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Su color de cabecera

Un aliado de estilo para estas ocasiones suele ser el color negro, ya sea llevando un little black dress o un vestido largo con algo de cola o superposiciones. En la gala MET de 2022, optó por un vestido esmoquin de terciopelo largo con solapas satinadas y ciertos guiños al trench por las trabillas en los puños, obra de Riccardo Tisci para Burberry.

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 Uno de sus vestidos más favorecedores

Aunque no son muy frecuentes sus apariciones sobre la alfombra roja, cuando pisa una se convierte en el objetivo de todos los flashes. Sin embargo, inolvidable fue su aparición en los Fashion Awards 2018 con vestido verde esmeralda y sandalias de Jimmy Choo.

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