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Después del éxito de su papel en El cuerpo en llamas, que le valió un premio Ondas, Úrsula Corberó tiene nuevo proyecto de la mano de Netflix, una película llamada Lift, en la cual interpreta a una conductora experta en persecuciones y que llega el próximo 12 de enero a la plataforma. Con motivo de este estreno, la actriz se encuentra estos días inmersa en una gira promocional por Estados Unidos y, tras impactar con su look total white en Miami, ha apostado por la paleta opuesta para un evento en Nueva York, en el que ha desafiado a las bajas temperaturas con un estilismo muy dosmilero en el que ha recuperado el escote preferido de aquella época.
© Getty ImagesEl resurgir del Y2K
No es ninguna novedad decir que 2023 ha sido el año del resurgir de la moda dosmilera, y todo parece apuntar a que este año continuará esta corriente que tanto le gusta a Úrsula. La actriz, que precisamente nos dejó lookazos en aquella época durante su paso por Física o Química, sabe adaptar con maestría las tendencias actuales con las de hace una década, consiguiento conjuntos modernos, cañeros y únicos. En este caso, ha apostado por una prenda que nunca pasa de moda, el vestido negro, decantándose por un modelo minimalista que agrega detalles inesperados.
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© Getty ImagesLa actriz catalana ha lucido para el estreno de su nueva serie en la Gran Manzana un vestido con escote palabra de honor, bolsillos laterales y silueta ancha ligeramente acampanada hasta por encima de las rodillas. Simulando un efecto de dos piezas, cuenta con falda semitransparente hasta los pies, la cual está decorada, además, con un adorno de pelito en el bajo. Para completar, se ha calzado unos zapatos de taconazo en el mismo color, un par de plataforma y puntera afilada. Como joyas, ha elegido unos pendientes tipo earcuff de oro blanco y diamantes y anillo a juego.
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© Getty ImagesEn cuanto al look de belleza, ha dejado su melena castaña suelta con raya al medio y ondas muy naturales, peinado sutil que contrastaba con el potente maquillaje en el que destacaba la mirada gracias a un delineado negro. El toque de color lo ha aportado la manicura roja, una opción clásica y atemporal que combina con cualquier tipo de estilismo.
