Madonna vuelve a los escenarios completamente recuperada tras un largo proceso de recuperación de una enfermedad que puso pausa a su carrera este 2023. Este fin de semana, la intérprete dio el pistoletazo de salida a The Celebration World Tour con un primer concierto en el estadio O2 de Londres, el recinto que congregó a decenas de miles de fans para repasar la excepcionar trayectoria de la conocida como 'reina del Pop'. Antes de que la cantante de Like a Virgin pise suelo español, concretamente Barcelona, el 1 y el 2 de noviembre, repasamos al detalle su vestuario en esta histórica gira mundial.
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Roquera
Al ritmo de Everybody, la cantante estrenó un un frac negro con forro de seda fucsia, que por si fuera poco está decorado con chapas, eslabones, alfileres, imperdibles y otros llamativos detalles de estilo punk. Tanto esta chaqueta como la original falda de colegiala a cuadros con cadenas colgantes son de Dilara Findikoglu. Pusieron fin al look un corsé verde agua con encaje negro, de In-House, y las botas con hebillas metálicas, de Miu Miu.
Abrigo XL
Posteriormente, para la interpretación de Live To Tell, la llamada reina del Pop cubrió su chaqueta roquera con un abrigo negro de grandes dimensiones, cortesía de Vetements. En cuanto a los accesorios, incorporó también un collar de cristales que forma parte de la colaboración Swarovski x Vetements.
Un mono reflectante
Fue imposible perderla de vista mientras entonaba la melodía de Bedtime Stories enfundada en este mono metalizado, de Versace. Al entrar en contacto con la luz, este patrón de tipo mosaico recrea el efecto visual de un espejo roto. Lo conjuntó con botines plateados, de Prada.
Si bien no las lució durante el espectáculo, el look fue concebido, además, con unas gafas de sol de montura metalizada que pertenecen al catálogo de Pierre Cardin, una de las firmas que en los años 60 irrumpió con su estética futurista. El modelo de Madonna fue adquirido en Moji Farhat Vintage.
Una capa con tacto de nube
Para cantar su sencillo Rain, añadió al estilismo una imponente capa abullonada, de estructura que simula la forma de una nube negra. Está confeccionada en tafetán, presenta una capucha en la parte posterior y la firma In-House.
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Pura sensualidad
En referencia al videoclip de Like A Prayer, la artista escogió un lencero rojo con detalles de encaje negro, de la marca In-House, que completó con unas botas over the knee con trenzas a contraste, de Miu Miu, un calzado de estética deportiva que se inspira en el boxeo.
Precisamente por ello, al momento de cantar Erotica, se cubrió parcialmente con una bata de chifón negro con diseño similar al que lucen los boxeadores antes de entrar al cuadrilátero. Este, de ribetes dorados, también lo firma In-House.
Una atrevida novia
Como una novia femme fatale, la intérprete de Bitch, I'm Madonna brilló con un corsé de azul decorado con pedrería, de Rosamosario, y guantes de ópera a juego, confeccionados por Wing & Weft. Su velo blanco de corte balaclava o tipo pasamontañas, que deja la cara al descubierto, tiene sutiles bordados de encaje a la cola. Es obra de Barragan.
Aquí también ostentó las botas altísimas de Miu Miu, con su infinito trenzado en blanco, y complementó este look de novia moderna con unos collares de pedrería, obra de House of Emmanuel.
Su icónico bustier de conos
Entre finales de los ochenta y principios de los noventa, Madonna hizo de este estilo de bustiers su sello distintivo cuando su carrera estaba apenas despegando. Seguramente recuerdas aquel corsé blanco con estructuras cónicas en los pechos que formó parte del vestuario de su gira Blond Ambition (1990), obra de Jean-Paul Gaultier. En esta época, la cantante llevó varios diseños del modisto sobre los escenarios, por lo que mantienen una sólida amistad desde entonces.
Para el performance de otro de sus grandes éxitos, Vogue, Madonna quiso hacer un guiño a esta etapa icónica de su carrera con otra creación de Jean-Paul Gaultier: un minivestido negro de bustier con cristales colgantes, acompañado de unos zapatos de tacón brillantes, de Miu Miu.
Inspiración japonesa con un halo de cristales
Otra referencia directa a sus videoclips se encuentra en este look para la canción Nothing Really Matters, cuya inspiración es la cultura japonesa de las geishas, los kimonos y las artes marciales. Sobre la cabeza, Madonna se puso un halo adornado con cristales de Swarovski y aguamarinas, que fue encargado a la firma House of Malakai.
Este impactante vestido largo de abundantes capas de tejido drapado en negro, sostenido por una crinolina bajo la falda, es obra de In-House. Sus manchas anchas de tipo murciélago, que muestran dos cortes simétricos en forma de círculo, recuerdan a la indumentaria tradicional nipona.