Estos días todas las miradas de los amantes de la moda están puestas en Milán, ya que la ciudad italiana acoge su prestigiosa Fashion Week, una de las más importantes del mundo, en la cual los diseñadores presentan sobre la pasarela sus propuestas de cara al próximo verano. Como es habitual, son numerosas las celebrities que se han dejado ver en los desfiles, eventos y fiestas que se están celebrando en este marco, pero ha habido una que ha logrado acaparar todas las miradas: Rosalía. La cantante ha reaparecido en público después de su mediática ruptura con Rauw Alejandro, y lo ha hecho con dos lookazos que podrían marcar el inicio de un nuevo estilo menos 'Motomami' y más 'college'.
Una noche entre estrellas
La artista asistió anoche a una cena organizada por Prada en la que coincidió con nombres tan destacados como Emma Watson, Scarlett Johansson, Sofia Richie o Hunter Schafer, con quien se dice precisamente que Rosalía tuvo un romance antes de comenzar su relación con Rauw. Para esta cita, escogió un look protagonizado por una prenda básica de fondo de armario: el vestido camisero blanco. Eso sí, se decantó por un diseño reinventado y muy original que acompañó de un calzado cañero para darle su toque personal.
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Un look de invitada muy diferente
Si alguien puede hacer de una camisa blanca una prenda rompedora y sexy esa es, sin duda, Rosalía. Como no podía ser de otra manera, apostó por un look de la firma anfitriona, concretamente un modelo de escote halter que mantiene el cuello y la botonadura clásica pero deja la espalda al descubierto. Cuenta con falda hasta los pies pero la cantante desabrochó varios botones para ir más cómoda y presumir, de paso, de piernas y calzado. Completó con unas botas altas de piel brillante negra con efecto arrugado y tacón alto.
Dos formas de llevar la camisa blanca
Unas horas antes de la cena, asistió al desfile de la casa italiana apostando, de nuevo, por la camisa blanca, aunque en un look muy diferente. Llevó un modelo más clásico al que sumó un chaleco de punto gris y falda larga hasta los pies en el mismo color. Remató con unos salones negros de puntera afilada y bolsito de piel a juego, así como con una diadema elástica que despejaba su rostro y gafas de sol muy noventeras.