Del armario festivalero de Poppy Delevingne a la calle: llega el fenómeno del 'little knit dress'

Que este verano los vestidos de punto sean la elección predilecta de las chicas que más inspiran en estilo no es casualidad. Si cada año este tejido hace su aparición estelar en la temporada de calor por medio de diseños más largos, llenando nuestros armarios de aires bohemios propios de los años 60 y 70, esta vez los catálogos apuestan por sustituirlos por su versión 'mini'. En un contexto en el que enseñar el cuerpo parece ser la máxima a seguir, y en una temporada en la que los termómetros alcanzan sus temperaturas más altas, las firmas han dejado claro que el apodado como little knit dress es la tendencia que no puede faltar en ningún vestidor. Se llevan en la playa, sí, pero también nos acompañarán, a la vuelta de las vacaciones, sobre el asfalto de la ciudad, en estilismos originales que son capaces de atraer todas las miradas. A continuación, repasaremos los looks que arrasan en las calles y te enseñamos cómo llevarlos según la ocasión.

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En un festival de música: como Poppy Delevingne

El día que la socialité inglesa y pareja del príncipe Constantino de Grecia, Poppy Delevingne, se dejó ver en la última edición del Glastonbury, con un vestido corto de manga acampanada y unas botas de agua, las chicas que más seguimos las tendencias apuntamos este look como uno de los más inspiradores de la temporada de festivales. Más allá de por la comodidad que respira, que es ideal para un concierto en el que no paramos de bailar, nos encantó la simbiosis entre la formalidad del vestido y la informalidad de este calzado utilitario de pescador.

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Para una reunión: en un look monocolor

Visualiza este escenario: te vistes para una presentación o reunión de trabajo con un vestido corto de un color vibrante, a juego con una chaqueta también de punto del mismo tono que le aporte algo de elegancia, y te calzas unas sandalias cómodas con un poco de tacón. ¿No suena a empoderamiento? Ahora que los total looks están a la orden el día, pocas opciones denotan más seguridad que apostar todo a la misma carta, coordinando tanto tejidos como tonalidades. Es un combo ideal destinado al éxito. 

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De recado en recado: con chanclas o zapatillas

Aunque hace años parecía que los zapatos de tacón eran los únicos apropiados para salir a la calle, ahora la moda sentencia el dominio de la comodidad. Lo hace proponiéndonos calzado plano y fácil de llevar para completar nuestros looks diarios, como las botas o las zapatillas, dos acompañantes perfectos para contrarrestar la hiperfeminidad de los vestidos de punto cortos, con ese aire desenfadado de ambas tipologías de calzado.

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Para una cita: en su versión 'babydoll'

No es apto para todas las primeras citas, pero si lo que buscas es transmitir un halo de dulzura, entonces el vestido corto de punto en su formato holgado, de estilo babydoll, será el que mejor te acompañe. Puedes apostar por uno de algún tono neutro con cuello tipo polo, aplicaciones de flores o bordados de lazos, y rematarlo subiéndote a unos tacones altos de lo más femeninos, como hizo la modelo Elsa Hosk. 

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Para ir a la playa: semitransparencias

Si vives en una gran ciudad, es probable que lo hayas visto también en la calle, y si no, esta apuesta seguramente te recordará a las vacaciones en la playa. Las transparencias que dejan ver la ropa interior o el bikini son una de las apuestas preferidas por las chicas que más saben de moda. Pudiera parecer vulgar hace años, pero ahora, desde que la industria del textil ha sacado garras y empeña sus esfuerzos en dar protagonismo al cuerpo de la mujer, las transparencias se han vuelto indispensables, a la par que elegantes.

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Para un día de trabajo en la oficina: abotonado

Puede que todavía te dé reparo enseñar pierna en la oficina, pero ya es hora de derribar juicios. Los vestidos cortos pueden ser una opción magnífica siempre y cuando transmitan seriedad y no sean demasiado llamativos. Puedes escoger uno que cuente con un corte oversize y botones delanteros, y combinarlo con una sandalia poco llamativa de suela plana. Irás cómoda, ligera y a la última, sin saltarte ningún código de vestimenta.

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En una cena: con cinturón

Claro queda que si buscamos trasladar un atuendo a un nivel superior, los complementos actúan como facilitadores. Con un vestido de punto, son muchos los que pueden ayudar a dar presencia y realzar nuestros atributos. Sin embargo, entre todos ellos, llaman especialmente la atención los cinturones, que, llevados tanto a la cintura como a la cadera (al estilo de fanáticas de la moda ‘Y2K’) cumplen con resaltar nuestras curvas y conseguir un toque distintivo que destaque con poderío.

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En un evento de día: ajustado y con cuello halter

Si bien los little knit dresses tienden a ser holgados, cuando se trata de subir la apuesta, las siluetas ceñidas ganan terreno, y más aún si cuentan con un escote halter, ese que recoge el cuello dejando los hombros al descubierto y ayuda a estilizar la zona de la espalda. ¡Y hay más! Porque además de contar con todos estos atributos, desde hace dos años también es una de las corrientes de estilo más buscadas en tiendas.

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