No hay duda de que hay series que son una auténtica fuente de inspiración a nivel de moda, ejemplo de ello son Sexo en Nueva York, Gossip Girl o, más recientemente, Emily in Paris. Sin embargo, estas ficciones no solo encumbran a sus personajes como iconos, sino que sus actrices también acaban convirtiéndose en referencia fuera de la pequeña pantalla. Es el caso de Lily Collins, quien ha conseguido ser uno de los rostros más buscados en cada alfombra roja a la que asiste, y, aunque su estilo dista bastante del de su famosísimo alter ego, hay momentos en los que decide arriesgar (y ganar) con combinaciones imposibles que, sin duda, enamorarían a Emily.
Toques rompedores
La actriz ha viajado hasta Suecia, concretamente a Estocolmo, para ir este fin de semana a la presentación de la nueva colección de la firma Max Mara, un acto en el que perfectamente podríamos imaginarnos a la famosa publicista y en el que ha coincidido con otras famosas actrices como Demi Moore o Lili Reinhart. Además, ha querido seguir los pasos de su personaje y, lejos de apostar por un conjunto compuesto mediante prendas sencillas como sus compañeras, ha preferido desmarcarse mediante un impresionante estilismo que agrega detalles cañeros.
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Como era de esperar, Lily ha optado por un look de la firma anfitriona, y ha elegido uno de sus característicos jerséis de punto semitransparente bajo el que se apreciaba un bralette de encaje y al cual le ha sumado una cañera falda brocada hasta los tobillos, diseño que incorpora volúmenes laterales y un maxifajín de piel estilo corsé. Además, ha completado con un peinado que no ha dejado indiferente a nadie, un original recogido trenzado que recuerda inevitablemente a personaje de Taylor Momsen en la película El Grinch y que ha combinado con un maquillaje potente en el que destacaban los labios en tono burdeos.
Y del negro, al blanco, puesto que este look no ha sido el único con el que Lily nos ha sorprendido en Estocolmo. Antes del desfile, asistía a un acto de bienvenida organizado por la casa anfitriona con un estilismo distinto pero igualmente acertado y de pura tendencia, protagonizado por un diseño lencero blanco de corte minimalista con discreto escote en 'V', tirante espagueti y falda hasta los pies que incorporaba un delicado sobrevestido de efecto malla embellecido mediante pequeños cristales brillantes.