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Dada su experiencia tras tres temporadas de The Great, en la piel de Catalina de Rusia, podríamos decir que Elle Fanning está cualificada de obra para interpretar a grandes figuras de la aristocracia. Es por ello que, con una confianza ciega, Cartier le ha pedido que se transformase en otra recordada royal, Grace Kelly, para la más reciente campaña de su línea Grain de Café, una de las favorita de la madre de Carolina de Mónaco que ideó la creativa Jeanne Toussaint y está inspirada, como su propio nombre indica, en los granos de café.
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'Grain de Café', joyas inspiradas en el Sol
Fue en 1938 cuando Cartier dirigió la mirada al grano de café para trasladarlo a sus piezas, aunque el máximo éxito de esta línea llegó en los años 50 y 60 gracias, precisamente, a Jeanne Toussaint y Grace Kelly. Ahora, la exclusiva firma joyera reedita algunos de esos diseños para crear una colección en oro amarillo, diamantes y piedras preciosas que combinan el glamour de la Riviera Francesa de mediados del pasado siglo con la inigualable belleza de Grace Kelly.
Como la luz de la Costa Azul, estos anillos, pendientes, colgantes y broches realzan el color dorado de la piel. "Grain de Café crea una nueva belleza jugando con la luz, los acabados y los volúmenes. El resultado es una colección versatil con espíritu añadido. Un símbolo de la libertad creativa de la maison que transciente la traducción literal de la naturaleza para convertirse en un diseño multisensorial", explica Marie-Laure Cérède, directora creativa de joyería y relojería de Cartier.
Elle Fanning se transforma en la princesa Grace para Cartier
En la sofisticada campaña, la actriz estadounidense posa con un vestido blanco de gasa drapeado, de escote corazón con falda armada, que fue diseñado por su estilista, Samantha McMillen, para la campaña, al igual que el resto de looks que la actriz viste en el cortometraje dirigido por Alex Prager. Si se te hace familiar, es porque Cartier ha querido emular cada detalle del modelo que Grace Kelly llevó en la galardonada Atrapa a un ladrón (1955).
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La creación original es obra de la diseñadora de vestuario y aliada de Hitchcock, Edith Head, la misma que, por órdenes de la Metro-Goldwyn-Mayer, se encargó del vestido de novia de la princesa de Mónaco, uno de los más replicados en los catálogos de moda nupcial, incluso más de siete décadas después.
¿Por qué Grace? La mujer del príncipe Raniero de Mónaco siempre fue fiel cliente de Cartier y son incontables los momentos memorables de la historia del cine en los que aparece engalanada con sus piezas de piedras preciosas. Para su compromiso, eligió un diamante de 10,47 quilates en corte de esmeralda que insistió en lucir para el rodaje de High Society (1956), película en la que también lució el collar de oro amarillo con colgantes en forma de pequeñas hojas de la línea Grain de Café que recibió en su boda con el príncipe Raniero III de Mónaco.
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Las joyas que comparten Elle Fanning y Carolina de Mónaco
Antes de la publicación de la campaña, como un precioso adelanto de esta, Elle estrenó la reinterpretación del mencionado collar. Fue en la última gala MET cuando lo llevó como broche de oro para su estilismo de Chanel. La versión original de esta pieza, así como su brazalete, anillos y pendientes a juego -es decir, el set completo de Grace Kelly-, ahora pertenecen a Carolina de Mónaco, que también los ha llevado en ocasiones especiales.
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La relación de Cartier con los Grimaldi permanece intacta a través de los años, de modo que son constantes las reinterpretaciones de las alhajas de la princesa Grace que la firma ha llevado a cabo con el paso de los años, siempre con el consentimiento de la familia real. En 2013, confeccionó en su taller cinco réplicas exactas de distintas piezas antiguas para la película Grace de Mónaco, en la que Nicole Kidman hace de la inolvidable rubia que perdimos en la carretera.
Haz click para ver “Grace de Mónaco, el legado del icono eterno”, un documental donde se esboza un retrato moderno y emocionante, de la princesa de Mónaco, a través de Carolina y Estefanía, del príncipe Alberto, su hijo, de sus nietas Carlota Casiraghi y Pauline Ducruet, y de su sucesora, la princesa Charlene de Mónaco. Repasando imágenes de archivo y entrevistando a expertos descubrimos porque Grace se ha convertido en un icono eterno.