Al analizar todas las tendencias de moda 'Y2K' que han renacido este año encontramos un factor común que domina en la mayoría: la hiperfeminidad. Puede que no te hayas dado cuenta, pero la moda del momento estaba pidiendo a gritos darle un giro de tuerca al concepto y, en lugar de achatar la palabra 'hiperfemenina' a su tan afamada denotación de debilidad o delicadeza, lo cierto es que ha vuelto a ganar terreno para formar parte del armario de las mujeres con un objetivo claro: empoderarles hasta límites que jamás llegaríamos a imaginar.
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-La polémica tendencia Y2K que vuelve: lencería a la vista
Haciendo frente a otras tendencias opuestas (y no por ello menos estilosas) que abogan más por imitar los looks masculinos, como la del Skatecore o el Normcore, esta vez la estética hiperfemenina añade un nuevo nombre a su lista (más allá del Barbiecore o el balletcore) y toma el nombre de coquette. ¿De qué hablamos cuando empleamos este concepto? Puede parecer ambiguo, pero su fondo no lo es. Frente a todas las corrientes naked que imperan en el momento y la entrada triunfal de lo bondage -atribuido a lo sexy-, llega ahora la estética coquette, una tendencia romántica que apuesta por el uso de prendas de tonalidades claras y pastel confeccionadas en tejidos como la seda o el encaje que bien podrían estar inspiradas en el primer cajón íntimo que tuvimos en nuestra vida. Con un aire juguetón, eso sí. Una presunta inocencia que pretende gustar sin ser vulgar ni hacer una declaración de intenciones muy evidente. Sensual sí, sexual no. Un mix entre las Lolitas y María Antonieta.
¿Cómo se lleva el 'coquette'?
Como la moda es un proceso cíclico en el que todo se recicla, este término ya tuvo gran éxito otras temporadas. A mediados de los años 2000 alcanzó su auge en plataformas como Tumblr y, en 2021 se subió, tímidamente, a las propuestas de pasarelas. Sin embargo, es ahora cuando reinventa su puesta en escena gracias a la popularidad que acaba de otorgarle TikTok. Recientemente en esta red social, muchas usuarias comenzaron a compartir looks inspirados en iconos como Lana del Rey o las protagonistas de la película de Sofia Coppola, Las Vírgenes Suicidas. Para hacerlo, empezaron a publicar vídeos con consejos y estilismos repletos de volantes, lencería, gasa y otros tejidos ligeros en siluetas que abrazan la feminidad y la belleza propia, sin llegar, nunca, a sexualizarla.
¿Y cómo es posible esto en un contexto en el que estamos empoderando a la mujer reclamando la visibilidad de su cuerpo? Pues ahora las pautas que nos enseña la red social pasan por hacerlo luciendo prendas como los vestidos babydoll, los polos ajustados al cuerpo, los diseños lenceros, los corsés, los volantes de encaje, los collares de perlas o los tan comentados y tendencia zapatos Mary Jane. Todo lo que en su día fue -y continúa a veces siendo- objeto de burla, ahora parece ser tendencia.
Una tendencia aplaudida por expertos
Si lo pensamos, realmente no nos debería extrañar la (re) aparición de la coquette girl. Echando la vista, no muy atrás, ya la hemos podido ver en guiños presentados en las últimas pasarelas de las Semanas de la Moda de mayor renombre y en los estilismos que lucen sus invitadas en las calles. De hecho, Miu Miu se corona como una de las firmas responsables de confirmar la estética coquette lanzando braguitas y tangas satinados con goma en la cintura (y enseñándolas a la vista con piezas de tiro bajo). También Bella Hadid, mucho antes, se dejó ver este año sacando a la calle en alguna ocasión camisetas interiores blancas caladas a modo de top, como las que llevábamos y detestábamos vestir cuando éramos niñas
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Claro queda que se trata de una apuesta polémica, porque uno los propósitos principales de esta corriente de moda es el de reivindicar lo girly y recuperar el daño que se ha construido alrededor de la hiperfeminidad para poder hablar de inclusión plena. O lo que es lo mismo: subvertir todas las connotaciones que han rodeado siempre al género teniendo claro que está bien que cualquier persona quiera inspirarse en los looks masculinos y que la moda elimine, cada vez más, fronteras, pero que también que cualquiera pueda volver a presumir de que les guste el rosa, las telas suaves, los detalles románticos o lo que quieran vestir. Y entre los referentes de moda actuales de la generacion Z encontramos el aplauso a esta corriente en algunos de los nombres que más eco tienen en la industria: Sydney Sweeney, Florence Pugh o Ariana Grande son tan solo algunos.