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Todas las relaciones pasan por una serie de fases: conquista, enamoramiento, formalización... y cuando los estilos de cada uno se fusionan. Megan Fox y Machine Gun Kelly son el perfecto ejemplo de este ciclo inevitable, ya que la influencia del músico en el armario de la actriz es casi equiparable a la que tuvo Kanye West en la imagen de Kim Kardashian o la del roquero Travis Barker en los lookazos góticos de Kourtney. Ya sea en la calle o sobre la alfombra roja, esta pareja coordina cada uno de sus estilismos y a ellos podemos atribuir, en gran medida, la obsesión de la moda por las tendencias estrafalarias que triunfaron en los años 2000's.
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- Analizamos la transformación de Megan Fox: de 'sex symbol' a novia roquera
La pareja que siempre viste a juego
Su última salida tuvo lugar en Los Ángeles, donde se citaron para cenar con la cantante Avril Lavigne y su novio Mod Sun. La actriz se decantó en esta ocasión por un revelador corsé de flores con una minifalda de paillettes plateados, sandalias de plataforma, un cárdigan rosa de pelos y bolso a juego; mientras que el cantante de My Ex's Best Friend siguió su estela al escoger un estilismo 'polar' igual de llamativo.
Desde su salto estratosférico a la fama, alrededor de 2004, se ha concebido a Megan Fox como el estereotipo de muñeca viviente, con sus medidas corporales canónicas, ojos verdes y larga melena, una reputación que ella misma quiso sacudirse estos últimos años al punto de tomarse un descanso de la actuación. Y es que quizá, solo quizá, la chica Transformers jamás fue una Barbie sino una Bratz.
Megan Fox, una muñeca Bratz de la vida real
Tanto el músico como la protagonista de Diabólica Tentación eran adolescentes cuando Cloe, Jade, Sasha y Yasmin invadieron al mercado, en 2001, año que coincide con el debut actoral de Fox. Mientras que Barbie y Ken fueron diseñados a la imagen y semejanza del perfecto matrimonio estadounidense de mediados del siglo XX, las Bratz son, desde su concepción, una representación de la desenfadada juventud millennial de principios del siglo XXI y su estilo urbano se oponía radicalmente al de aquella niña buena que reinaba por aquel entonces en el universo de las muñecas.
Los años 2000's bajo una mirada renovada
El 'más es más' que ahora vemos resurgir con la moda 'Y2K' compone la esencia de las Bratz: los pantalones de tiro ultrabajo, las minifaldas, los abrigos de pelo, zapatos de plataforma, su maquillaje llamativo y esos carnosos labios perfilados que las caracterizan, sin mencionar los elaborados peinados que arrasaban entre las estrellas de la época, casi siempre adornados con algún accesorio vistoso.
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Bershka, Cult Gaia o la firma italiana GCDS son algunos de los sellos de moda que han dado altavoz a esta fiebre por las muñecas Bratz dos décadas después de su gran lanzamiento, sabiendo interpretar las nuevas necesidades de una Generación Z que poco quiere entender de minimalismos. Estos jóvenes, la nueva audiencia de las marcas, han reformado la hipersexualización y el hedonismo de los 2000's, siguiendo una narrativa de empoderamiento y autoconfianza.
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La vuelta de tuerca al 'Barbiecore': dos estilos contrarios
Se ha hablado incontables veces sobre la influencia de Barbie en la moda contemporánea, especialmente a lo largo de 2022, cuando vio la luz el trailer de la próxima película basada en la icónica muñeca, símbolo de 'la mujer perfecta'. Gracias a ella, volvió el color rosa con todas sus fuerzas, pero no podemos olvidar que son muchas las celebrities que, a pesar del furor, se mantuvieron fieles a su antítesis dosmilera: las Bratz.
En ellas se basó la temática para su 21º cumpleaños Iris Law, así como los looks de la última gira de Aitana. Y ni mencionar a Bad Gyal, pues la española, devota de la moda urbana, construyó su personaje artístico pensando en estas fabulosas muñecas. Como ves, Megan Fox no es la única que se ha rendido al rosa en 'clave Bratz'.