Esta prenda de tejido satinado se ideó inicialmente para ser llevada únicamente dentro de casa o debajo de la ropa de calle. De hecho, no fue sino hasta los años noventa que el vestido lencero se impuso como un básico más de nuestro armario cápsula. El atractivo de esta sensual pieza inspiró a los diseñadores a crear sus propias versiones y, desde entonces, muchas mujeres estilosas, como Kate Moss, Cindy Crawford o Carolyn Besset-Kennedy, lo han elegido para el día de su boda. Es tan versátil que no solo nos atrevemos a lucirlo en fechas importantes: con zapatillas o taconazo, el slip dress protagoniza los looks más elegantes del otoño.