Diana de Gales murió hace 27 años© Getty Images

El vestidor de Diana de Gales que forjó un mito

Así recordamos a la emblemática princesa a través de la moda 27 años después de su muerte


Actualizado 31 de agosto de 2023 - 8:30 CEST

Desde su fallecimiento han pasado 27 años, pero el legado de esa jovencita de Sandgrinham que redefinió el concepto de princesa perdura intensamente en el imaginario colectivo, con su distintiva mirada triste y aquella tímida sonrisa que enamoró al mundo entero. Se ve en la continuación de sus labores humanitarias, los incesantes homenajes en su honor o el lanzamiento de nuevas series y documentales que relatan su vida, aunque nos atrevemos a afirmar que son sus atípicas elecciones de estilo las que han acabado de forjar el mito incomparable de la royal más recordada de la historia. A continuación, repasamos la evolución de 'Lady Di', las tendencias que impuso hasta nuestros días y sus momentos de moda icónicos.

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El estilo maximalista de un icono

En sus cortos 36 años de vida, Diana de Gales pasó de ser una adolescente modesta, de estilo cursi y señorial, devota del tul rosa y los cuellos hiperbólicos, a emanar sensualidad y sofisticación con sus últimos minivestidos de pedrería y favorecedores trajes de chaqueta tras aquel polémico divorcio. Incontables son las invitadas que se inspiran en ella para sus eventos más especiales, demostrando que estos looks son inmunes al paso fugaz de las tendencias, así como al imparable ciclo de la moda.

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Su primer momento de moda: el anuncio de su compromiso

Este inolvidable posado, que sellaría el destino de Diana Spencer, -futura princesa de Gales por aquel entonces- tuvo lugar el 24 de febrero de 1981 en los jardines del Palacio de Buckingham y supone toda una declaración de intenciones por parte de la prometida del príncipe Carlos: se convertiría próximamente en un referente de estilo. Así lo decretaba su estridente conjunto color azul eléctrico de chaqueta con hombros realzados, originales solapas con patrón ondulado, un cinturón al tono que se ciñe para realzar su cintura y falda midi con plisado frontal. 

Lo remató con una blusa pussybow con estampado de aves volando y complementos oscuros, menos llamativos, a excepción de su anillo de zafiro Ceilán ovalado de 12 quilates, engastado en oro blanco de 18 quilates y rodeado por 14 diamantes, una pieza exquisita creada por el joyero Garrard que debutó aquel día y décadas después reposaría en el dedo de su nuera Kate Middleton. 

- El posado (y el look) con el que nació el mito de Diana

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El vestido de novia más recordado

Llegado el día de su esperado enlace, el 29 de julio de 1981, esta joven británica no solo pasó a adquirir uno de los títulos nobiliarios más conocidos y codiciados sino que, a su vez, marcó un hito en la moda con su diseño nupcial, uno que 40 años después las novias siguen replicando. A cargo de David y Elizabeth Emanuel, el vestido consta de unas mangas farol adornadas con volantes que también se recreaban en el cuello de corte redondo, el cuerpo encorsetado y la falda acampanada. 

La intensa labor artesanal recayó en su confección con tafetán de seda y un encaje de Carrickmacross que había pertenecido a la reina María de Teck, todo decorado con bordados a mano, lentejuelas y diez mil perlas dispuestas en forma de corazón. Los diseñadores declararon que su objetivo era que pasara a la historia, a la vez que fuera "adecuadamente dramático con el fin de causar sensación". ¡Y vaya si lo consiguieron!

El vestido de novia y otros detalles de moda vistos en la boda de Diana y Carlos

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Sobredosis de romanticismo y cuellos fantasía

Del mismo modo que las mangas amplias y las lazadas al cuello se incorporaron rápidamente a sus camisas, las blusas con cuello bobo figuraron entre los imprescindibles de Diana de Gales durante los años ochenta, cuando esta aún se mostraba tímida ante la prensa, ostentando un vestidor más bien recatado y soñador

Así difundió en Inglaterra estos cuellos XL, que poco después se convertirían en el signo característico de los BoBos, esa burguesía bohemia noventera compuesta por jóvenes adinerados que promovían el arte y el placer por encima del dinero. En castellano, los 'pijipis', quienes al ser fieles seguidores de Diana por su carácter disidente, trasladaron esta fracción de su legado estilístico a los catálogos de moda actuales.

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Su amplia colección de impresionantes pamelas

Las jornadas hípicas de Ascot reúnen a la élite británica cada año para dar el pistoletazo de salida a la temporada estival. En ellas, las mujeres pertenecientes a la flor y nata de la sociedad londinense presumen de su estatus y buen gusto por medio de sus tocados, cada uno más imponente que el anterior. 

Diana de Gales no estaba exenta de protagonizar este fenómeno y, en consonancia con sus estrambóticos vestidos de mangas abullonadas o estampados potentes, aprovechó este evento anual para desfilar muchos de sus sombreros más recordados. De tipo turbante, con adornos de flores, dotados con alas anchísimas o aplicaciones de joyería... los tocados fueron en este período de su vida un aliado indiscutible de estilo

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Locura por los lunares (y otros estampados estridentes)

Si tuviéramos que apuntar a una tendencia como su predilecta, esta sería el estampado de lunares. Existe registro de al menos 20 looks de Diana de Gales luciendo el motivo polk-a-dot, aunque generalmente lo escogía para sus visitas al campo o a la hípica. Casi siempre lo acompañó de accesorios con perlas, como vemos en esta imagen hecha en uno de los circuitos de Ascot de 1988

Además de este motivo geométrico, adquirió un gusto especial por la raya diplomática, las flores multicolor, el patrón pata de gallo, los cuadros Príncipe de Gales (evidentemente) y demás patrones maximalistas.

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Los pantalones de vichy rosa que vuelven cada año a Zara

Este patrón nos transporta directamente a su origen, la Provenza francesa, en cuyos campos de lavandas Brigitte Bardot popularizó este estampado al llevarlo en su propio vestido de novia. En los años 60, Marilyn Monroe y Audrey Hepburn también marcaron tendencia con sus pantalones de cuadros vichy y bailarinas planas, pero fue Diana dos décadas más tarde quien consolidó esta combinación mundialmente con un tierno posado en los jardines de Highgrove. El furor por estos pantalones de cuadros rosas es tal que Zara lanza su propia versión cada año, siendo esta la prenda de 'Lady Di' que más han replicado las firmas de moda a día de hoy.

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'Dinasty Di'

El maximalismo en el armario de Diana no se remitió solamente a sus estilismos más casuales, de día o de campo. Sobre la alfombra roja, demostró numerosas veces su pasión por el brillo y los volúmenes. Ejemplo de ello es este llamativo vestido de tejido color plateado plisado con escote en 'V', hombreras pronunciadas, estratégicos drapeados en la cintura y una reveladora espalda semiabierta con detalles. 

Se trata de una pieza ideada por Bruce Olfield en 1985 como una oda futurista en homenaje a los diseños de Thierry Mugler, que le ganó a la princesa el apodo de 'Dinasty Di', un apodo más en su extenso currículum, pues el estilismo recordaba indudablemente al personaje de Linda Evans en la popular serie Dinastía

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Cuando disgustó a Isabel II con una joya

A pesar de la buena relación entre ambas, uno de los estilismos más icónicos de Diana fue motivo de disgusto para la soberana. La protagonista es una gargantilla de esmeraldas estilo art déco que perteneció inicialmente a la reina María, abuela de Isabel II. Esta última jamás la estrenó y, por tanto, decidió obsequiarla a su nuera en 1983. Durante su segunda gira por Australia, en octubre de 1985, concretamente en la gala del hotel Southern Cross de Melbourne, Diana deslumbró a la prensa internacional al complementar un vestido de satén turquesa, de David y Elizabeth Emanuel, con aquella reliquia real... ¡sobre su cabeza! 

A la reina no le gustó demasiado la idea, de acuerdo con distintos biógrafos reales, y ella prometió no volver a profanar aquel collar, limitándose a lucirlo únicamente alrededor del cuello hasta 1997, cuando se lo vimos por última vez. 

- La joya de Isabel II que Diana de Gales llevó de forma 'equivocada'

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Debutó en Cannes cual estrella de cine

Para Diana de Gales, las premieres de cine o teatro eran citas habituales en su agenda, aunque casi siempre estas tenían lugar en los grandes recintos londinenses. Todo cambió con su visita a la Riviera Francesa, cuando acudió en la calidad de invitada estrella al Festival de Cannes de 1987. La princesa aseguró su triunfo apostando por su diseñadora de cabecera, Catherine Walker, que ideó este vestido de escote palabra de honor con cuerpo envolvente en gasa de seda azul pastel con plisados griegos que derivan en una hipnótica caída. 

Del mismo modo que jugaba con sus joyas, se atrevió a llevar la capa del mismo tejido alrededor del cuello y al reverso, una tendencia vintage que 25 años después fascina a las invitadas más populares. De hecho, el look en cuestión, según se reveló recientemente, está inspirado en un vestido de Edith Head que lució Grace Kelly en 1955, para promocionar la película To Catch a Thief.

El de Diana de Gales y otros looks inolvidables de la alfombra roja de Cannes

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El vestido Elvis

Esta creación, que llevó en una Visita de Estado a Hong Kong en 1989, ha logrado ser pieza de museo por su similitud a la estética del llamado 'rey del rock', aunque se inspiraba realmente en la cultura Oriental. Diseñada por Catherine Walker, la prenda está cuajada de perlas, a juego con una original chaqueta de cuello elevado. El mundo entero quedó maravillado, pero posteriormente Tina Brown, autora de la biografía Las crónicas de Diana, desveló que a la princesa nunca le convenció el look, aunque fue ella misma la que lo bautizó como Elvis

En una conversación, Diana le dijo a la periodista: "¿Te acuerdas de ese Catherine Walker con todas las aplicaciones? La gente en Inglaterra ya no lleva ese tipo de ropa". Tampoco le entusiasmó al príncipe Guillermo, quien declaró a su madre que "era demasiado feo como para venderlo".

La fascinante historia del vestido 'Elvis' de la princesa Diana

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El 'vestido de la venganza'

Este término engranado en la cultura popular nos remonta a 1994, cuando la princesa impactó a la prensa internacional en la fiesta de la Serpentine Gallery con su apuesta más sexy hasta la fecha, justamente el mismo día que se hizo público el romance entre Carlos de Inglaterra y Camila Parker Bowles. Conocido como el 'vestido de la venganza', esta obra de Christina Stambolian estaba pensada para realzar las curvas de 'Lady Di', un alegato de rebeldía ante la infidelidad del heredero. 

Además de los favorecedores drapeados que recorren de arriba a abajo el ajustado cuerpo, su punto más característico es el escote, a medio camino entre corazón y bardot. Con este minivestido de infarto, Diana hizo patente el poder de la moda para enviar mensajes, dejando claro que saldría reforzada tras la separación del padre de sus hijos. 

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Cuando la realeza vistió de encaje en la gala MET

Apenas unos meses después de hacer oficial su divorcio del actual rey Carlos, en diciembre de 1996, la princesa Diana reafirmó su renovada imagen, más sensual y desenfadada, en la gala MET de Nueva York, conocida como la noche más importante de la industria de la moda. Asistió con una elección atípica dentro del repertorio de la realeza: un lencero azul marino de seda con escote en picada y ribetes de encaje que se conoce como la primera creación de John Galliano para Dior, firma que capitaneó hasta 2011. 

Con este posado que dio la vuelta al mundo, Diana dio el pistoletazo de salida a la prolífica carrera del modisto. Para completar el estilismo, escogió unos pendientes de diamantes y zafiros y su conocida gargantilla de perlas y zafiro, en sintonía con el color azul profundo de la pieza satinada. 

Todas las veces que las 'royals' han impactado más que las modelos en la gala MET

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Su renovado power dressing

Lejos de quedar relegada a nivel social o mediático a raíz de su separación, Diana de Gales se vio reforzada con gran ayuda de las grandes casas de moda, que potenciaron esta nueva versión de sí misma, una distanciada de los cuellos románticos, los estampados cirquenses y los vestidos de princesa. 

Gianni Versace abultó su armario con minivestidos de escote de vértigo cubiertos con lentejuelas, mientras que Dior le suministró una serie de luminosos conjuntos de traje que sacaron a relucir la fogosa personalidad que había estado escondiendo detrás de aquellos estilismos señoriales de tul. En 1995, la casa francesa incluso rebautizó como 'Lady Dior' a este minibolso acolchado, entonces llamado Chouchou, después de que Diana lo estrenase en un viaje a Argentina.

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Inventó los 'bolsos de escote'

Tanta sensualidad venía con un precio a pagar: la cultura de los paparazzi que imperaba en los años noventa, cuna de la prensa rosa. Para evitar planos incómodos o un posible desliz de vestuario, Diana llevaba sus bolsos clutch sobre su pecho siempre que salía del coche, un hábito que adquirió en 1995. 

Durante un tiempo, esta técnica pasó desapercibida, pero pronto ella misma reconoció su estrategia y acuñó el término cleavage bags o 'bolsos de escote' para referirse a estos complementos salvavidas. La última vez que aplicó su distintivo truco data de su llegada a una presentación de El lago de los cisnes en el Royal Albert Hall, apenas dos meses antes de su trágico desenlace, donde destacó por presumir de piernas kilométricas con un atrevido minivestido celeste de pedrería creado por Jacques Azagury y salones satinados de Jimmy Choo.

- El truco secreto de Diana de Gales para evitar accidentes de moda