Una vez más, el condado de Berkshire acoge las tradicionales carreras de caballos de purasangre Royal Ascot, una emblemática cita donde las sofisticadas mujeres de la Familia Real británica han derrochado estilo a lo largo de los años en estas jornadas ecuestres. Son muchos los memorables looks de sangre azul que han pasado por esta pasarela improvisada, donde el verdadero protagonismo (con el perdón de los competidores) lo tienen los sombreros y tocadosde las invitadas. Desde los tradicionales fascinadores de flores hasta las pamelas con diseños surrealistas, analizamos los estilismos en la hípica inglesa.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Una vez más, el condado de Berkshire acoge las tradicionales carreras de caballos de purasangre Royal Ascot, una emblemática cita donde las sofisticadas mujeres de la Familia Real británica han derrochado estilo a lo largo de los años en estas jornadas ecuestres. Son muchos los memorables looks de sangre azul que han pasado por esta pasarela improvisada, donde el verdadero protagonismo (con el perdón de los competidores) lo tienen los sombreros y tocadosde las invitadas. Desde los tradicionales fascinadores de flores hasta las pamelas con diseños surrealistas, analizamos los estilismos en la hípica inglesa.
Durante el quinto día de celebración, Beatriz de York ha recurría a uno de los estampados eternos por excelencia: los lunares. Lo hacía a través de un vestido negro con manga corta abullonada, decorado en el pecho por tres lazos de brillantes que elevaban la prenda a la categoría de impecable. A los pies unos salones en color negro, bolso de mano a juego y, como toque final, un bonito tocado negro con una rosa blanca.
Las hermanas Spencer, sobrinas de Diana de Gales, asistieron al segundo día de carreras con dos looks de color negro al completo. Eliza escogió un top de camiseta con falda troquelada semitransparente de flores, pamela con red plumetti y complementos negros.
Amelia, por su parte, recurrió al infalible vestido camisero con estampado de animal print, poco habitual en este tipo de citas aristocráticas. Lo conjuntó con una pamela de rafia y redecilla y accesorios negros.
Una vez más, Camila de Cornualles y Sofía de Wessex llegaron juntas al condado. La primera, con un total look blanco de vestido liso, collar de perlas y pamela blanca clásica; la segunda, con un diseño señorial de volantes, cinturón y pamela asimétrica con flores de tul.
Te recomendamos
Flora Vesterberg hizo una oda a la primavera con su vestido blanco de corte años cincuenta, ceñido a la cintura con un cinturón, cuyo protagonista es el bordado de flores en blanco y rosa pastel, así como sus mangas cortas de volante.
Los dos colores supertencencia de la temporada estuvieron presentes en el look de Lily Frank, un vestido de atrevido estampado geométrico en tonos fucsia y verde parakeet que conectaba a su vez con su pamela XXL, salones joya y bolso con asa de bambú.
Holly Willoughby se ha rendido al rosa chicle, cual una muñeca Barbie, con este diseño de tirantes gruesos con lazada, bolso de mano tipo sobre, sombrero pamela arquitectónico con flores y sandalias peep toe.
Beatriz de York fue la primera del núcleo íntimo de la corona en llegar al condado este martes y, para la ocasión, llevó un vestido camisero de flores con falda larga de paneles y un cinturón de rafia, dos prendas que contectó con su elección de tocado, una diadema gruesa de rafia con flores de color rosa.
Sofía de Wessex y Camila de Cornualles optaron por looks monocromáticos sin mayor complicación, representativos de su elegancia innata. La primera condesa, con una pamela de ala ancha burdeos y flores moradas; la segunda, con un sombrero turquesa que lleva una rosa en el mismo color.
En un registro más moderno, Zara Tindall confió en el estampado de tie-dye, estival por definición, con su diseño de paneles y mangas holgadas de puño cerrado. Lo sincronizó con su tocado de esferas de punto pastel, un bolsito rosa palo formal, un cinturón de lazo negro y gafas de sol.
Rosie Tapner fue de las pocas asistentes que se decantó por la pureza del blanco, gracias a este vestido cuasinupcial cubierno de encaje con formato de mangas largas tipo globo, cuello victoriano y falda acampanada. Llevó un tocado inclinado de flores y unos recatados salones blancos de tacón bajo.
Siempre hay invitadas que se desmarcan del resto por su excentricidad. El estilismo de Anouska Scou está inspirado en el fondo del océano, como bien dejan saber el tocado de corales, algas y anémonas, y su bolso de pedrería con motivo de peces y asa de cuentas con conchas de mar.
Alexandra Betram fue otra de las invitadas originales por medio de su tocado que toma como inspiración al sol con su esfera de nácar y plumas sobresalientes. El vestido, más convencional, es un liberty floral de estilo decimonónico, que accesorizó con bolso pastel y salones metalizados.
Charlotte Hawkins evocó la estética lady de los años cincuenta con su look satinado con drapeado a la cintura, mangas transparentes y un cuello camisero de piel de serpiente en tono azul cielo, similar al de su facinador escultural. Remató todo con unos zapatos vintage y un original bolso con motivo animal.
Davina Motion siguió la misma premisa refinada con su diseño al mejor estilo de Jackie Kennedy en tonalidad aguamarina, acompañado de un bolso de tweed con flecos y una pamela beige de maxilazos.
Victoria Brown también recurrió al tweed, aunque en dosis elevadas, con este traje de chaqueta y falda lápiz que contiene flecos y plumas en los ribetes, puños de las mangas y el bajo de la falda. Se mantuvo en la línea clásica con su pamela de lazo lisa y un clutch blanco.
Lilah Parsons emuló el estilo minimalista de Kate Middleton con su vestido de falda trapecio y mangas abullonadas del color supertendencia del evento, bolso rosa a contraste y una pamela asimétrica con rosas blancas.
Algunos tocados, como el de MayaJama, incluso desafían la ley de gravedad. Hablamos de este sombrero galáctico de flores levitantes, sostenidas por hilos de metal, que ella escogió para conectar con su vestido de volantes rosa, de Zimmerman.
Para Naomi Rees, venció el 'menos es más', a través de su conjunto de infalible vestido liso satinado con drapeado en el torso, bolso de hombro fucsia, tocado de flores al tono y sandalias beige.
Entre las pocas asistentes que lució un traje de chaqueta y pantalón, pues las mujeres acostumbran ir en vestido, Lisa Tan defendió con sobresaliente este conjunto en tonalidad melocotón con tocado escultural de ondas, similar a la montera de los toreros.
Belinda Strudwick, también de traje, apostó todo al rojo con este ensamblaje sartorial de encaje, que supo culminar con un sombrero top hat masculino en la misma intensa tonalidad, que está a su vez adornado con una hebilla de cristales, dos plumas rojas y una rejilla a juego.
A la manera de los años ochenta, Kate Waterhouse sorprendió con un look de camisa clásica, americana con oversize con hombreras XL, broche de cadena y una delicada falda plisada que sirvió de contrapunto. El tocado, igual de inesperado, es una boina bicolor con rejilla.
Esta asistente nos recordó con su look a los trajes tradicionales de flamenca, cuya estética está enamorando a diseñadores de todas partes del mundo. Eligió un vestido rojo cruzado de escote pico con un mantón de seda estampado y pamela inclinada con flores en gran formato.
Flora MacDonald se aferró con su vestido negro de encaje y maxicuello bobo a la estética 'dark academia' que conquistó el pasado año a las chicas de moda. Lo contrastó con unos 'Manolos' negros de hebilla, bolso de saco bordado con borlas y un sombrero rojo tipo pirata.