Del mismo modo que son imprescindibles un buen abrigo en invierno o un fondo de armario bien curado, los zapatos son ese género indispensable para hacer prácticamente cualquier cosa. No salimos sin ellos e incluso los usamos dentro de casa, todo para proteger nuestros pies de cualquier amenaza externa. Está claro que resulta casi imposible poseer pares de todos los diseños porque lo habitual es decantarse por aquellos que encajen con nuestro estilo de vida. Probablemente no tengas un par de bailarinas si te dedicas a las labores del campo, por ejemplo, y mucho menos un vertiginoso par de tacones altos. Sin embargo, cada tipo de calzado cumple su función cotidiana de completar nuestros estilismos cuando la ocasión los reclama. Después de conocer la historia detrás de los bolsos más icónicos, nos adentramos en los orígenes del complemento más esencial. Este es el 'ABC' de los tipos de zapatos. ¿Cuál es tu favorito?
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Stilettos
Usados por ambos géneros hasta finales del siglo XVIII, el tacón cayó en desgracia entre los hombres cuando este comenzó a asociarse con la frivolidad femenina. Entonces, se hicieron más altos, frenados solo por las limitaciones de la tecnología del momento. Alrededor de 1940, por obra de Salvatore Ferragamo, Roger Vivier y André Perugia, nace finalmente el stiletto, bautizado así en honor a un fino cuchillo italiano. Las nuevas técnicas inventadas para la elaboración de portaaviones se aplicaron a la construcción de este calzado: el uso del aluminio y el moldeo por inyección para fusionar metal y plástico hizo posible elevar los tacones a vertiginosas alturas, sosteniendo el arco del pie sin añadir demasiada presión al pie. Por su condición de sex symbol, fue Marilyn Monroe quien los puso en tendencia bajo el principio de que este calzado estilizaba la figura e incrementaba su atractivo. Sin embargo, también limitaba el movimiento, por lo que tuvo numerosas detractoras -mujeres activas en la vida laboral y amas de casa de moral conservadora- hasta los 80's, cuando los stilettos se convirtieron en símbolo de empoderamiento y sensualidad.
Botines de combate
La bota Dr. Martens 1460 lleva el nombre del médico alemán Klaus Maertens, inventor del zapato ortopédico que se convirtió en su prototipo. En 1945, cuando este trabajaba para el ejército alemán, se lesionó el tobillo e ideó durante su recuperación una alternativa a las engorrosas botas militares. El resultado tendría una suela de panal con cámara de aire y cuero flexible. Muchos obreros ingleses adoptaron la bota por su bajo costo, comodidad y durabilidad. De hecho, antes de 1966, solo los carteros, policías y trabajadores de fábricas usaban las ahora icónicas Dr. Martens. Pete Townsend, de The Who, comenzó a llevarlas y estas invadieron la movida mod, aunque pronto serían los skinheads, descendientes radicales de estos, quienes se apropiarian de este zapato rockero para enfatizar su orgullo de clase trabajadora. A medida que diferentes subculturas adoptaron la bota, su significado evolucionó: de ser componente estándar de la moda punk, que condujo a su aceptación gradual en Estados Unidos, a su adopción por parte del movimiento grunge en los 90's. Hoy en día, son uno de nuestros amuletos todoterreno para llevar con vaqueros, vestidos de flores y prácticamente cualquier prenda del armario.
Mocasines
Con el paso de los años, este calzado formal se ha ganado el adjetivo 'pijo' por su asociación con los entornos académicos. Es, de hecho, elemento central de los estilismos colegiales, una tendencia que ha resurgido con fuerza estas últimas temporadas. Lo que pocos saben es que sus creadores originales no fueron universitarios ni miembros de la realeza sino los nativos americanos. Su nombre deriva de 'masakin', que en lenguaje algonquino powatan significa zapato. Eran de cuero, de suela dura y los utilizaban únicamente los hombres. Sebago fue la primera firma en coger este diseño folklórico para introducirlo en el mercado popular, en los años cuarenta, y posteriormente los fabricantes italianos comenzaron a confeccionar sus propias versiones en piel más fina y suave. Fue en los 70's, no obstante, que este zapato unisex se hizo hueco en el vestidor femenino. De hecho, el popular mocasín Horsebit, de Gucci, adornado con su hebilla insignia, fue lanzado concretamente en 1968 y alcanzó rápidamente el éxito con la incursión definitiva de la mujer al mercado laboral.
Mules
Este término, de origen francés, se utiliza para designar a los zapatos destalonados, que tienen su origen en las babuchas o chinelas otomanas. A partir del siglo XVII, con la expansión del comercio, la cultura oriental fue influyendo progresivamente en Occidente al punto de introducirse en la indumentaria de las élites la llamada 'moda a la turca', siendo este un básico de la moda royal, que llevaron desde Luis XIV y Madame Pompadour hasta María Antonieta. En materiales como la seda o la piel, los destalonados mostraban ricos bordados y ostentosos apliques, aunque estaban destinados a llevarse casi exclusivamente en el interior del hogar. De hecho, su diseño cargaba una potente connotación erótica para las mujeres, al dejar el tobillo al descubierto, algo innovador para la época. No es sino hasta los años 70's que descubrimos su condición de zapato ideal de entretiempo, condición reivindicada a finales de los 90's y actualmente, en pleno furor por la llamada moda Y2K.
Alpargatas
Se cree que la alpargata tuvo su origen en la sandalia egipcia, en la que luego se inspiraron los romanos para elaborar una pantufla cubierta y proteger el pie del sol y el calor. En Europa, están documentadas desde al menos 1322, año en que un documento redactado en catalán describe las espardenyes (alpargatas). Especialmente en los territorios de la Corona de Aragón, la región vasca y, fuera de España, en la zona sur de Francia. En los años 60's, con al aumento del turismo en la Costa Azul y como consecuencia del proyecto 'aperturista' de la dictadura de Francisco Franco, se expandió el uso de las alpargatas, que pasaron de ser el calzado tradicional para agricultores, artistas o soldados en los meses calurosos a consolidarse como el zapato predilecto del verano hasta nuestros días. Sobre esta época, Yves Saint Laurent incorporó alpargatas con tacón a sus pasarelas de París, convirtiéndolas en el último grito de la moda a nivel internacional.
Bailarinas
Alrededor de 1730, Marie Anne de Cupis de Camargo hizo historia al bailar con zapatos de suela plana. Previamente, las zapatillas de ballet tenían siempre tacón y una hebilla, pero a medida que las bailarinas se convirtieron en estrellas, hacia el siglo XIX, se modificaron para dar sensación de ligereza. El italiano Salvatore Capezio, principal zapatero de los bailarines de ballet, se encargó de distribuirlo en Estados Unidos para apredices y profesionales. No obstante, al reconocer que podían adaptarse como ropa de uso diario para las mujeres modernas, fue la diseñadora Claire McCardell quien encargó a Capezio que agregara una suela dura para su colección de 1941. Su versión facilitó la expansión de un nuevo calzado para la vida activa de las mujeres, pues proporcionó facilidad de movimiento a la vez que respetaba los códigos estilísticos de la época. Brigitte Bardot las llevó en Y Dios creó a la mujer (1956), fascinando a sus seguidoras beatnik. Si bien la popularidad de la bailarina decayó por el auge del taconazo, las botas altas y la plataforma, Diana de Gales las reinsertó en el paronama de tendencias a finales de los años 80's.
Bluchers
Cuesta creerlo por su diseño artesanal y elegante, pero se trata de otro diseño de calzado de origen bélico. La denominación de este calzado procede del apellido de su creador, el mariscal prusiano Gebhard Leberecht von Blücher, un militar que vivió entre el siglo XVIII y principios del XIX, época convulsa para la historia de Europa, plagada de conflictos. El propósito, por tanto, de los bluchers era asegurar a los soldados un calzado resistente elaborado con las tradicionales pieles de vacuno, novillo y becerro que soportara largas caminatas, de modo que incluso los modelos actuales están hechos para durar y para ser usados de manera cotidiana e ininterrumpida. Es frecuente que se confundan con los llamados Oxford, bautizados así por ser el calzado predilecto de los académicos británicos adinerados, pero los bluchers contienen solapas abiertas y un diseño moldeable, más amigable al pie, pues su versión inglesa no estaba precisamente destinada a realizar trabajos pesados.
Zuecos
Los zuecos arquetípicos son los klompen holandeses, adoptados durante siglos por granjeros, trabajadores y campesinos como un calzado resistente que protegía los pies del clima húmedo por su composición de madera, un material de bajo costo y duradero. Este humilde zapato, al igual que muchos otros, hizo su entrada a la moda en la década de 1970. Con sus gruesas suelas de madera, los zuecos encajaban con las tendencias maximalistas de calzado del momento, siendo el modelo traskor sueco el más popular de todos, con su empeine elaborado en cuero y tachuelas fijas a la madera. Simultáneamente en Estados Unidos, el auge del yoga y el fitness generó una mayor conciencia sobre nuestra postura y los peligros derivados de usar zapatos inadecuados. Los zuecos demostraron ser modernos y ergonómicos, al suavizar el impacto de caminar sobre superficies duras con un soporte uniforme para todo el pie. Al igual que el zapato de plataforma, el zueco eventualmente pasó de moda, pero hoy en día, las expertas lo aman y lo odian por partes iguales.
Botas cowboy
Trazar su origen resulta complicado, incluso para los historiadores, pues muchos aseguran que los forasteros españoles que trabajaban en el México colonial criando ganado habrían llevado esta tradición de la bota rígida y adornada hasta Texas. También se piensa que los primeros en llevar un modelo similar fueron los Hunos, que alrededor del siglo IV llegaron a Europa desde Asia Central. Los ingleses perfeccionarían este modelo en 1642, cuando Thomas Pendleton fabricó hasta 600 pares de botas para el ejército y los cortesanos. Con los años, evolucionaría para ser más resistente y rígida para el uso cotidiano de agricultores, ganaderos y vaqueros. La decadencia del Lejano Oeste en las décadas de los 30's y 40's, producto de la Revolución Industrial, hizo que pasaran al olvido hasta su gran renacer con las populares películas western de John Ford y, posteriormente, los spaguetti westerns. John Wayne o Elvis Presley serían solo dos de los muchos iconos pop que llevarían las botas cowboy como parte de su identidad y promoverían modelos novedosos en distintos colores y patrones, transformándolas en un zapato de tendencia para llevar a diario.
Botas camperas
Si bien es común escuchar que cowboy y campera son sinónimos, se refieren a dos tipos de calzado muy distintos, aunque con historia común. Estas son bastante menos rígidas, con tacón ligeramente más elevado, y se consideran sucesoras de las botas ecuestres usadas por los militares en el siglo XIX. Su caña llegaba hasta la rodilla y podía llegar a cubrirla, según el diseño, para proteger las piernas al momento de montar el caballo. En Europa, ganaron popularidad por su conveniencia para trabajar en el campo y lidiar con el ganado sin por ello resultar rígidas o incómodas. Se diferencian principalmente de las botas western en este aspecto, ya que las camperas carecen de adornos o bordados y siempre han mantenido su cualidad de zapato sencillo y a prueba de todo.