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Ayer los Premios Forqué dieron el pistoletazo de salida a la temporada de galardones en nuestro país, y por la alfombra roja desplegada en el norte de Madrid desfilaron numerosos de los rostros más destacados en el sector de la interpretación este año. En una noche ambientada en los 80, las lentejuelas y las transparencias se convirtieron en las protagonistas, pero hubo quien se desmarcó de estas tendencias y fue un paso más allá, como Victoria Abril. La emblemática actriz posóante las cámaras efundada en un vestido efecto segunda piel de Jean Paul Gaultier, pero al subirse al escenario dentro de la gala se cambió para mostrar un diseño que sorprendió mucho por su precio.
© GtresonlineTotalmente mimetizada con la gala
La artista madrileña fue la encargada de entregar, junto a su compañero de profesión Óscar Jaenada, el premio a Mejor Interpretación Femenina (que recayó sobre Blanca Portillo), y quiso lucir otro estilismo para la ocasión. Manteniéndose totalmente fiel a la estética de la gala, apareció con un vestido metalizado compuesto por un cuerpo palabra de honor rosa decorado con volantes y pedrerías florales y falda voluminosa hasta los tobillos en tono azul. Como ella misma explicó, no era un guiño moderno a los 80, sino que estaba comprado en esa década, concretamente en 1983.
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© GtresonlineUn vestido en clave (muy) asequible
Además, quiso desvelar cuánto le había costado, puesto que la cifra resulta, cuanto menos, sorprendente. "Cinco francos, 100 pesetas, 99 céntimos de Euro" aclaraba, haciendo la conversión para que entendiéramos realmente lo barato que le había salido. "En estos tiempos de crisis, más vale que vayamos ajustándonos la cintura" finalizaba bromeando antes de proceder a la lectura de nominados.
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© GtresonlineSu posado sobre la alfombra roja
Unos minutos antes de lucir esta creación metalizada, Victoria posaba en la alfombra roja con una pieza del que es uno de sus diseñadores preferidos y más emblemáticos de la moda ochentera: Jean Paul Gaultier, a quien le une además una gran amistad. Optó por un vestido de cuello perkins y manga larga de efecto mitón confeccionado en un tejido elástico de estratégico estampado geométrico para realzar la figura femenina. Lo completó con saines de plataforma a juego y maxipendientes dorados, joyas que luego sustituyó por unas de pedrería floral.
